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Apertura 13

La comunicación educativa y su aplicación en línea

Norma Isabel Medina Mayagoitia

Universidad Autónoma de Aguascalientes

RESUMEN

El presente ensayo tiene el propósito de analizar diversas concepciones de la comunicación educativa que han sido construidas y publicadas por estudiosos de los campos de la comunicación y de la educación, para poner en la mesa de discusión sus comprensiones en torno a este enfoque. Se parte de la distinción entre quienes vinculan la comunicación educativa a la intervención de medios de comunicación y otros autores que presentan una visión más amplia del término, orientada a logros educativos. Considerando rasgos importantes de esta segunda perspectiva, se proponen ideas concretas para aplicar la comunicación educativa en procesos formativos en línea, de tal manera que sea posible alcanzar mejores resultados de aprendizaje.

Palabras clave:

Comunicación educativa, educación en línea, entornos virtuales.

 

INTRODUCCIÓN

La educación en línea, una modalidad en proceso de consolidación –al menos en países en vías de desarrollo–, necesita fortalecerse con la implementación de enfoques y perspectivas que se encaminen al logro de aprendizajes.

La comunicación educativa es precisamente una de las alternativas para lograr este cometido y sobre la cual se centra el presente ensayo. En el primer apartado, el lector encontrará un análisis de sus distintas concepciones para tener un marco de referencia que permita destacar las características esenciales de este enfoque. Posteriormente, en un segundo apartado, se exponen algunos planteamientos sobre su aplicación, que convendría llevar a cabo en programas que se desarrollan en línea.

Por último, en las conclusiones se apuntan ciertos desafíos que deberá enfrentar el educador que pretenda impartir un curso en línea, bajo las consideraciones de la comunicación educativa.

 

REFLEXIONES CONCEPTUALES SOBRE LA COMUNICACIÓN EDUCATIVA

A través de la revisión de diversos autores, es posible identificar distintas perspectivas alrededor de este campo, enfoque o espacio interdisciplinario en el que convergen principalmente fundamentos teóricos de la comunicación y de la educación.

¿Qué se entiende por comunicación educativa? Sin duda, es un concepto amplio en el que se ha considerado, por supuesto, el vínculo indiscutible entre comunicación y educación, la utilización de medios masivos de comunicación y tecnologías digitales en procesos formativos, la preparación de educadores en la incorporación de recursos mediáticos para la enseñanza y el aprendizaje, incluso la pedagogía de la comunicación y, más recientemente, paradigmas de comunicación para el desarrollo y la transformación de realidades sociales.

En un primer bloque encontramos autores y organismos que sostienen una concepción de la comunicación educativa en la que necesariamente figuran los medios de comunicación, tal es el caso de González Mendoza (2001), para quien este término comprende un uso intencionado de dichos medios –impresos, audiovisuales, informáticos y de telecomunicaciones– en contextos escolarizados y también en ámbitos educativos no formales.

Además del uso de medios en la educación, el autor mencionado considera que la comunicación educativa significa impulsar e investigar la utilización, impacto y efectos de los medios en situaciones educativas de distinta naturaleza, desde las más convencionales o tradicionales hasta las más novedosas.

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) concibe que es una disciplina encaminada a la educación no sólo de los medios, sino con, a través, y sobre los medios, de tal forma que permita a los educandos capacitarse en el lenguaje técnico-discursivo de los mismos (Sierra Caballero, 2000).

La definición de este organismo internacional coincide en parte con los planteamientos de la educación para la recepción, que iniciaron desde la década de los ochenta como una forma de protección ante la irreversible penetración de los medios de comunicación, para preparar a las audiencias en la exposición crítica de los mensajes que transmiten.

Enseguida se revisarán las concepciones de comunicación educativa de otros autores, cuya visión se extiende y orienta preferentemente a elementos de orden educativo, restando protagonismo a los medios de comunicación e inclusive dejándolos fuera, perspectiva con la que personalmente estaría más de acuerdo la autora de este texto.

Alonso del Corral (2004) señala, por ejemplo, que la comunicación educativa comprende diversos procesos de interacción humana que "...conllevan una intencionalidad educativa en la producción y/o en la recepción de los mensajes" (p. 141); y aunque surge especialmente en los procesos de aula, se despliega hacia diferentes ámbitos sociales formales y no formales.

Al hacer un análisis de acepciones más recientes, Amayuela Mora (2003) afirma que en definiciones actuales de Comunicación Educativa destacan "…el papel de la interacción y de la elaboración conjunta de significados, el intercambio entre los participantes como característica esencial del proceso docente…" (p. 3).

Fernández González (2000), autora de origen cubano, agrega en su definición de este concepto que es necesario un propósito de desarrollo y una clara intención de lograr el crecimiento personal, cuando menos para uno de los interlocutores que establecen un vínculo de comunicación educativa.

Es importante mencionar que tanto para Alonso como para Fernández, la comunicación educativa no es una característica exclusiva de contextos docentes, sino que se aplica en otros ámbitos donde se proponga directa o indirectamente educar, como puede ser la familia, el trabajo comunitario y por supuesto, los medios masivos de comunicación.

Aunado a lo anterior, dos aspectos por demás interesantes son compartidos por Nieto Olivar (2006), quien ofrece otra perspectiva de la comunicación educativa:

  • La acción-relación dialógica como pieza clave de este proceso que posibilita transformaciones individuales y sociales.
  • La tendencia a modelos socioconstructivistas que privilegian el aprendizaje autónomo de los sujetos.

Es conveniente hacer notar que esta propuesta de Nieto nos lleva a una concepción más completa de la comunicación educativa, en la que no solamente hay un intercambio de mensajes entre individuos que intentan lograr un aprendizaje, sino que implica también establecer un diálogo significativo entre las partes, promover la responsabilidad por el propio aprendizaje y construirlo en escenarios sociales donde la colaboración es básica, ya que se aprende a partir de la relación con los demás.

De igual manera, es importante considerar concepciones del término más integrales, como la que presenta Sierra Caballero (2000). Para este autor, la comunicación educativa es "…un marco de trabajo que trata la integración del estudio complejo de las relaciones entre información, comunicación, tecnología, educación y cultura" (p. 41).

De manera más específica, agrega que se trata de una perspectiva científica para el estudio tanto teórico-metodológico como práctico de procesos en los que se produce, transmite, procesa y adquiere información para el aprendizaje mediante canales a nivel interpersonal y hasta el nivel masivo.

Todo lo anteriormente expuesto permite señalar que la comunicación educativa no se restringe a la mera asociación de medios tecnológicos y espacios formativos, o a su integración en procesos de enseñanza y aprendizaje de los distintos niveles educativos. Se entiende, por lo tanto, como un proceso que tiene lugar en situaciones diversas con la finalidad de crear un clima favorable que ayude en la optimización de actividades de aprendizaje, así como en las relaciones que se entablan no sólo entre educador y educando, sino entre un colectivo que puede ser o no estudiantil.

En un intento por resaltar los rasgos principales de la comunicación educativa, a partir de las definiciones y consideraciones previas, se mencionan los siguientes:

  • Es un proceso en el que intervienen educador y educando(s).
  • Contempla al diálogo como elemento central del proceso.
  • Se circunscribe en modelos socioconstructivistas del aprendizaje.
  • Existe una intención expresa de educar para el desarrollo personal.
  • Propicia un clima favorable entre los participantes.
  • Busca optimizar actividades de aprendizaje hacia el logro de objetivos programados.
  • Apoya la relación entre educadoreducando( s) y entre educandos.
  • Promueve el intercambio y el aprendizaje colaborativo entre educandos.
  • No intervienen necesariamente medios de comunicación y otros recursos tecnológicos.

Las características de la comunicación educativa enunciadas, así como las concepciones en las que se insertan, constituyen referentes idóneos para lo que se plantea en el siguiente apartado.

 

APLICACIÓN DE LA COMUNICACIÓN EDUCATIVA EN LINEA

Los entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje se encuentran en una fase de notoria expansión, de ahí que cada vez más instituciones educativas incluyen en su oferta programas de pregrado y posgrado que se desarrollan parcial o totalmente en línea.

Esta situación demanda una reestructuración en el diseño curricular para adaptarse a la modalidad educativa en cuestión y de manera particular, el aspecto comunicativo requiere especial atención por los motivos que a continuación se especifican:

  • La educación en línea exige una interacción constante entre educador y educandos para contrarrestar el posible aislamiento que experimentan algunos de los participantes.
  • El logro de aprendizajes significativos se favorece si la comunicación es pertinente, clara, precisa y oportuna.
  • La estimulación al diálogo entre la comunidad educativa propicia la construcción de aprendizajes individuales y colectivos.
  • La disposición y apertura hacia la comunicación deben hacerse presentes en el educador y en el grupo de educandos.

Estos y otros señalamientos que propone García Aretio (2001) sientan las bases para considerar un enfoque de comunicación educativa que derive en una adecuada conducción de cursos en línea, con el fin de alcanzar sus propósitos formativos.

Si se retoman los rasgos de la comunicación educativa, será conveniente tener en cuenta que la interacción que se promueva en los entornos virtuales se contemple dentro de un modelo co-gestionario o de gestión conjunta del aprendizaje. Esto significa que los educandos sean sujetos autónomos, interesados en lo que aprenden, con capacidad crítica y reflexiva; y los educadores, sean facilitadores del aprendizaje, promotores del diálogo y la discusión, abiertos al aprendizaje que puedan obtener de sus estudiantes.

Precisamente, esta construcción social del aprendizaje necesita del diálogo como elemento central, de tal forma que los emisores y receptores que participan en la comunicación educativa alternen sus papeles para convertirse en emirecs1 (Alonso del Corral, 2004), de ahí la importancia de impulsar la participación a través de espacios de discusión. Aunado a ello, y de acuerdo con Kaplún (2005), "… se llega a la plena posesión de un conocimiento cuando existe la exigencia –y a la vez la oportunidadde comunicarlo a otros" (p. 4).

Lo anterior también requiere un trabajo colaborativo estimulado por el docente en línea, y en este sentido, ya advertía el mismo Kaplún que en la educación a distancia se fortalece la cooperación y el trabajo en equipo, el coaprendizaje, que necesariamente significa propiciar líneas de comunicación no sólo bidireccionales sino multidireccionales.

Por otra parte, un enfoque de comunicación educativa, con las características señaladas en el primer apartado de este ensayo, representa diseñar actividades en línea en las que se definan los procesos comunicativos; es decir, determinar las funciones del educador y educandos, situaciones de aprendizaje y selección de herramientas y recursos disponibles en las plataformas educativas que sean más adecuados para la comunicación. Es evidente que el profesor cuenta con espacios virtuales más favorables al diálogo y al trabajo colaborativo, como son los foros, las salas de chat, los sistemas de mensajería interna, el wiki y los glosarios.

Otros recursos de las plataformas, como las tareas y los diarios, pueden utilizarse para la comunicación bidireccional entre educador-educando, siempre y cuando el profesor retroalimente en esos espacios; sin embargo, las actividades que ahí se realicen serán generalmente individuales y limitadas para la comunicación grupal.

Si, además, ha de crearse un clima favorable para el aprendizaje y las relaciones interpersonales en línea, es importante señalar que la comunicación de los involucrados deberá caracterizarse por el respeto y la tolerancia a ideas contrarias; así como una actitud para aportar al grupo, buscando el desarrollo personal y el de los interlocutores. Es claro que esto que se menciona implica no sólo apertura y disposición, sino que debe haber una formación orientada a la comunicación educativa.

Quienes tienen bajo su responsabilidad la coordinación de cursos en línea, deben aprender a comunicarse en ambientes virtuales, lo que significa, entre otros aspectos, hacer una lectura activa e inteligente de los mensajes y aportaciones que reciben de sus estudiantes, ser competentes en la expresión escrita, retroalimentar constantemente y en síntesis, acompañar comunicativamente a lo largo de un proceso formativo de esta naturaleza.

 

CONCLUSIONES

Es innegable que para educar es necesario hacer uso de la comunicación y, por el contrario, se sabe que no siempre la comunicación educa o busca educar al otro; es por ello que en espacios de enseñanza y aprendizaje donde media la distancia física entre profesor y estudiantes la comunicación educativa es aún más importante.

No basta con desarrollar un curso en línea donde el profesor sólo ofrezca indicaciones, materiales y tal vez acuses de recibo de las tareas elaboradas por los estudiantes, privilegiando una línea unidireccional de la comunicación. Tampoco es suficiente la retroalimentación escueta al trabajo realizado, evidenciando falta de atención y lectura analítica a través de mensajes estandarizados. Se requiere que interactúe con sus educandos, que se interese por su desarrollo, que los motive a la reflexión y a la puesta en común.

Sin duda, aplicar la comunicación educativa en entornos virtuales es un compromiso, una labor no fácil de llevar a cabo debido al tiempo que debe invertirse para atender a cada estudiante y al grupo en su conjunto. No obstante, quienes hemos intentado introducir esta perspectiva en la educación en línea somos conscientes de sus implicaciones, pero también estamos convencidos de sus posibilidades para obtener mejores resultados educativos en esta modalidad que deberá consolidarse como una alternativa de calidad en nuestro país.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Alonso del Corral, A. (2004). Los medios en la comunicación educativa. Una perspectiva sociológica. México: Ed. Limusa / Universidad Pedagógica Nacional.

Amayuela Mora, G. (2003). Comunicación educativa en el contexto universitario. Didac, núm. 41, pp. 2-5.

Fernández González, A. M. ((2000, julio). Retos y perspectivas de la comunicación educativa en la era de la tecnología de la información y las comunicaciones. Contexto educativo. Revista digital de educación y nuevas tecnologías, núm. 9. Recuperado el 2 de abril de 2010 de
http://contexto-educativo.com.ar/2000/7/nota-04.htm

García Aretio, L. (2001). La educación a distancia. De la teoría a la práctica. Barcelona: Ariel Educación.

González Mendoza, L. H. (2001). La comunicación educativa en horizontes sociológicos (Col. Los trabajos y los días). México: Universidad Pedagógica Nacional.

Kaplún, M. (2005). Del educando oyente al educando hablante. Perspectivas de la comunicación educativa en tiempos de eclipse. Diálogos de la Comunicación, núm. 3. Recuperado el 28 de enero de 2010 de
http://www.dialogosfelafacs.net/dialogos_epoca/pdf/37-02MarioKaplun.pdf

Nieto Olivar, J. M. (2006, julio). Para intentar encontrarnos: comunicación educativa en la promoción de derechos humanos sexuales y reproductivos con adolescentes. UNIrevista, vol. 1, núm. 3. Recuperado el 5 de junio de 2010 de
http://www.unirevista.unisinos.br/_pdf/UNIrev_Nieto.PDF

Sierra Caballero, F. (2000). Introducción a la Teoría de la Comunicación Educativa. España: MAD, S.L.

 

NOTAS AL PIE


1 Término que une las primeras letras de las palabras emisor y receptor para representar a los individuos que desarrollan ambas funciones en un proceso de comunicación.

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