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Función tutorial del profesor en programas de educación superior a distancia: una propuesta de modelo
Instituto Politécnico Nacionali
Centro de Estudios Tecnológicos y Universitarios IAMP
En un estudio comparativo entre organismos e instituciones que se dedican a la educación a distancia se identificaron las características, funciones y competencias que debe tener un profesor que trabaja en programas de nivel superior en el Instituto Politécnico Nacional y realice funciones tutoriales por medio de las tecnologías de la información y la comunicación. Para la selección de estos tres aspectos recuperados de las diversas propuestas, y que se integraron en un modelo, se tomó como referencia el modelo educativo vigente en el instituto. Entre los elementos que identifican a este docente se tienen: los requisitos laborales, la formación académica, los atributos personales, las actividades académicas y las acciones tutoriales; asimismo, desarrolla funciones pedagógicas, de actualización, interacción, retroalimentación y apoyo, evaluación e investigación. Las competencias adecuadas son de tipo cognitivas, pedagógicas, interpersonal, técnicas y de investigación.
Palabras clave:
Tutoría, acciones tutoriales, modelo tutorial, funciones tutoriales.
El siglo XXI es la era del conocimiento, en la que la globalización y el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en todos los ámbitos han propiciado el surgimiento de una nueva ciudadanía. El conocimiento se convierte en poder que está disponible para todos; sin embargo, para que éste beneficie el desarrollo, se requiere el conocimiento que brinda el sistema educativo en el que el docente1 tiene una función protagónica. De ahí que el hablar de cambio de paradigma educativo lleve implícito una modificación del papel del docente al adaptarlo al modelo pedagógico que impere en el centro educativo. En el campo de la tecnología de la información se han observado también variaciones; se ha evolucionado a la era de las unidades centrales, y hay crecimiento de la microinformática y predominio de la Internet (Menezes, 2001).
La conjunción del uso de las tecnologías y el cambio del concepto de aprendizaje en la educación a distancia (EaD) ha dado lugar a nuevos canales de interacción y novedosos entornos educativos. Ello ha propiciado la formación de redes y una cultura amplificada, resultado de la participación, retroalimentación e interacción ─distinta a la tradicional─ entre los estudiantes y los profesores cuyas funciones se han adaptado a las propias de las tutorías; por lo tanto, contar con ciertas competencias en la labor pedagógica resulta indispensable. Aun cuando para los inicios de 2011 se cuenta con cinco licenciatura2 y doce programas de posgrado en la modalidad a distancia (IPN, Polivirtual), todavía no se ha diseñado un modelo de tutor para atenderlos y que garantice el logro de los objetivos.
EL PROFESOR Y SUS FUNCIONES EN LA EaD 
Hablar de tutoría es remontarse varios siglos atrás; en cambio, referirse al profesor o docente que ha apoyado a los estudiantes en el logro de los objetivos educativos concernientes a alcanzar una eficiencia terminal adecuada y disminuir la reprobación y deserción escolar, es pensar en un tutor en la actualidad. En España, en la Universidad Nacional de Educación a Distancia, se considera al docente tutor como mediador entre el profesor del curso y los estudiantes, que hace labores de asesor y consejero, resuelve dudas y motiva al aprendizaje (García Aretio, Oliver y Pita Pérez, 1999). En la Universidad Oberta de Catalunya se tienen las figuras de profesor-consultor, quien es responsable de la docencia y los contenidos de la enseñanza, y de profesor-tutor, responsable de dar seguimiento, motivar y asesorar al estudiante en su trayectoria académica (Pagano, 2003). Esta última figura académica es la que fomenta el aprendizaje autónomo y colaborativo en los estudiantes a los que acompaña, guía, facilita su proceso de aprendizaje y ayuda en la solución de los problemas relativos al contenido; con esto, propicia el desarrollo social, individual e incluso psicológico del tutorado (Olea y Pérez, 2004).
La figura académica del tutor ha surgido de modelos pedagógicos diferentes a los tradicionales y aunque ahora resultan novedosos por la aplicación de las tecnologías, para sus funciones se ha recogido la experiencia de la Open University en los años sesenta del siglo XX en la Gran Bretaña. En los cursos de ese centro educativo ya existía el diálogo permanente; fueron, quizá, las primeras prácticas tutoriales en programas educativos, por lo que, según algunos autores, correspondería a la primera generación de EaD. La segunda generación utilizó ya la radio, la televisión y los medios audiovisuales, y las acciones tutoriales se apoyaron en el teléfono (García Aretio, 2001). En la tercera generación se aprovechó la informática con plataformas tecnológicas que favorecen la comunicación asíncrona y síncrona, en la que el tutor tiene un papel determinante en el aprendizaje autónomo y el desarrollo del trabajo colaborativo.
El profesor del grupo, responsable del programa, es quien realiza las funciones tutoriales; o bien, un académico que, en coordinación con el primero, lleva a cabo acciones de acompañamiento que se concretan por medio de una comunicación permanente y oportuna, apoyo, orientación y afiliación.
Hablar de tutoría por parte de un profesor es hacer referencia al mentoring3 que se define como la relación de aprendizaje que se establece entre dos personas; una con mayor experiencia, conocimiento o relaciones: el mentor; y una segunda, el discípulo, quien aprende de él. En el concepto anglosajón se dice que, el establecer este tipo de relación, implica las funciones de:
1°. Proveer de apoyo psicosocial durante el proceso de adaptación a la cultura organizacional o profesional;
2° proveer el acceso a conocimientos específicos que coadyuven al desarrollo de habilidades necesarias para un desempeño efectivo; y 3° promover el acceso a redes internas y externas, patrocinio y protección que permitan al discípulo convertirse en un actor pleno de la institución, que le facilite el desarrollo de su carrera (Domínguez y Pineda, 2010, p. 20).
En una relación de mentoring, el mentor puede desempeñar múltiples papeles, que van desde la figura del amigo, confidente, tutor, maestro, entrenador, asesor, consejero, consultor, promotor o guía. Sin embargo, para que se establezca la relación entre las dos partes, es necesario que exista cercanía, acompañamiento y tolerancia (ligada a empatía), ya que, al interactuar, se dinamiza el poder que trae consigo presiones, combinación de valores y sentidos dispersos de percepción de realidades concretas, seguidos de reflexión, autoevaluación y crítica.
Vale la pena mencionar que el interés en el profesor durante varias décadas ha sido de carácter mundial; así, se identifican las ideas rectoras que sobre la educación ha comunicado la United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (UNESCO), entre las que se encuentra la Declaración Mundial sobre Educación Superior en el Siglo XXI, en 1998, cuyo artículo 12 indica que "se modifica el papel de los docentes en relación con el proceso de aprendizaje y a través de un diálogo permanente se transforma la información en conocimiento y la comprensión pasa a ser fundamental". En 2008, este mismo organismo dio a conocer la necesidad de que los docentes desarrollen competencias en el uso de las TIC, básicas para los programas educativos nuevos, puesto que provocan el interés, facilitan el aprendizaje e incrementan la creatividad, lo cual repercute en las recomendaciones para la formación docente. De hecho, en 2009, en la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior, se habló de la formación docente y su importancia para estar en posibilidad de fomentar en sus alumnos las competencias y los conocimientos apropiados a la época actual.
En los últimos tres sexenios, la Secretaría de Educación Pública se ha referido, en sus programas sexenales, a la educación abierta y a distancia como un modelo en que se resuelve el problema de la equidad, cobertura, calidad e integración social. Asimismo, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) (2004) integró una visión del sistema de educación superior en el que, a través de la formación de profesionales (profesores) e investigadores, se estaría en posibilidad de generar y aplicar el conocimiento con calidad, pertinencia, cobertura y equidad, semejantes a los indicadores internacionales, que consideran los factores correspondientes al ser, el hacer y el deber ser institucionales.
Ahora bien, con referencia al IPN, desde hace casi una década modificó su modelo educativo, y se centró en el estudiante; mediante un aprendizaje autónomo, se equilibra el desarrollo de conocimientos, actitudes, habilidades y valores, por lo que se requiere el trabajo académico de los docentes y un rediseño de los currícula para hacerlos más flexibles, así como ofrecer la movilidad tanto de los estudiantes como de los maestros; de ahí que sean indispensables las acciones tutoriales que, de inicio, realizaron los maestros que laboraban en programas presenciales (IPN, 2004). Al mismo tiempo, y de acuerdo con los programas de desarrollo institucionales de las dos últimas gestiones a nivel de dirección general del IPN, se ha considerado la educación no presencial como una alternativa para dar respuesta a la cobertura; por ello, se ha transformado dicha institución en cuanto a infraestructura, equipamiento y actualización de los maestros sobre el manejo del modelo educativo; se ha establecido el Programa Institucional de Tutorías e, incluso, se está modificando la normativa4. Se ha intentado cubrir los aspectos necesarios para la aplicación del modelo educativo, al modernizarse y responder a las relaciones con la sociedad, el conocimiento y el aprendizaje vigentes mundialmente; también se ha interesado por la internacionalización, por lo que es indispensable instituir un modelo de docente con funciones tutoriales, en el que se consideren, además, sus características y competencias, elementos esenciales para trabajar en programas de EaD.
En un modelo de profesor-tutor, una competencia es entendida como la capacidad para movilizar saberes en un contexto determinado con base en las necesidades, ya que permite atender situaciones, resolver problemas, tomar decisiones o cumplir objetivos. Un enfoque por competencias toma en cuenta distintas concepciones de aprendizaje, como el significativo, el punto de vista de las psicologías cognitivas y constructivistas, y ya que se vive en sociedad, se aprende de los demás y con los demás (trabajo colaborativo). La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) (Brunner, 2005) define las competencias como los conocimientos, las destrezas y la habilidad para abordar acciones ante situaciones complejas en las que hay que considerar los recursos psicosociales (actitudes ante ciertos contextos). Rama (2009) sostiene que, para el éxito en programas no convencionales, en especial los mixtos, es recomendable que, además de las innovativas, se desarrollen diez competencias: informacionales, interculturales, investigativas, interpersonales, internacionales, interactivas, de integridad, interdisciplinarias, informáticas e idiomáticas.
Por último, para la integración de un modelo sobre el profesor-tutor hay que considerar las políticas internacionales dictadas por los organismos mundiales orientados a la educación, al uso de tecnología o a los aspectos financieros; la cultura nacional imperante; el entorno en que se encuentra la institución educativa y las características del propio centro escolar, así como los conceptos técnico-pedagógicos vigentes que repercuten en el modelo pedagógico.
El objetivo del estudio fue elaborar un modelo académico institucional (perfil) que considere las habilidades, los conocimientos y las capacidades esenciales para el docentetutor de los programas a distancia del nivel superior del IPN.
En esta investigación educativa, que "es la realización de un esfuerzo sistemático por mostrar las perspectivas ocultas del objeto de estudio por el conocimiento del sentido común" (Martínez, 2011, p. 31), se llevó a cabo un estudio comparativo entre las categorías que algunos organismos nacionales y otros internacionales utilizan para identificar las características de los tutores.5
La comparación posee algunas particularidades, como criterios para establecer las semejanzas y diferencias; es un pensar relacionado desde un punto de vista científico; es una metodología de trabajo de la pedagogía, a partir de la comparación de fuentes, situaciones e instituciones. De acuerdo con De la Torre y Navarro (1982), Strauss y Corbin, (2002) y Montemayor, García y Garza, (2004) se efectúa un análisis de los datos y la información para tratar de explicarlos y buscar conexiones; se llega a reflexiones y demostraciones, y se intenta explicar hechos y llegar a modelos; en algunas circunstancias, se puede incluso predecir, ya que, a partir del análisis de la información, existe la posibilidad de vislumbrar el futuro. Se llevaron a cabo las siguientes acciones:
- Revisión de las teorías, organismos e instituciones que practican la evaluación de la calidad en EaD, así como las tendencias internacionales en elearning y los modelos pedagógicos en general y al propio del Ip.
- Selección de algunos organismos nacionales e internacionales que manejan indicadores sobre el docentetutor, además de seis instituciones educativas que tienen programas a distancia. Los criterios de selección fueron el reconocimiento internacional, la cantidad de programas de licenciatura en EaD que hubieran desarrollado y su grado de certificación.
- Los organismos internacionales seleccionados fueron: The Open and Distance Learning Quality Council (ODL QC del Reino Unido); Distance Education and Training Council (DETC de Estados Unidos de América); Instituto Lationamericano y del Caribe de Calidad en Educación Superior a Distancia (CALED de Ecuador); European Association of Distance Teaching Universities (EADTU son 21 países europeos, establecida en Holanda); e Institute of Higher Education Policy (IHEP de Estados Unidos de América).
- Los organismos nacionales elegidos fueron: ANUIES (México): formula programas, planes y políticas nacionales, así como ayuda a la creación de organismos orientados al desarrollo de la educación superior; Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES, México): evalúan las funciones y los programas académicos que se imparten en las instituciones educativas; y Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt, México): elabora las políticas de ciencia y tecnología y posee un perfil sobre el docentetutor en programas a distancia.
- Las instituciones educativas mexicanas se eligieron con base en su experiencia en la EaD y la cantidad de programas establecidos: Universidad Nacional Autónoma de México (85 programas); Instituto Tecnológico de Monterrey (64 programas); Universidad de Guadalajara (58 programas); Universidad Autónoma de Chapingo (36 programas); IPN (19 programas); y Universidad Autónoma de Coahuila (4 programas).6
- Las categorías para hacer la comparación fueron: dominio, formación, experiencia, competencias y habilidades adecuadas, actualización, trabajo en equipo e interacción, retroalimentación y apoyo a estudiantes, proceso de enseñanzaaprendizaje, evaluación e investigación. A partir de éstas se realizaron tres filtros para identificar y distinguir los más importantes (ver tabla 1).
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- De acuerdo con la comparación (análisis de coincidencias) de los indicadores de los organismos e instituciones revisadas, se determinó proponer como parte del modelo de docente-tutor: llevar a cabo funciones pedagógicas (propiciar el aprendizaje autónomo de los estudiantes), además de facilitar el trabajo en equipo y la interacción, la comunicación-retroalimentación y apoyo a estudiantes, así como la evaluación e investigación, todo ello en un contexto de actualización permanente.
- A partir de estos datos y con soporte teórico, se propone un modelo de docentetutor de programas de EaD en el IPN que cubra las características de: dictaminación por el área correspondiente; formación pedagógica y académica afín al área en que participa; actividades académicas (reconocimiento a su desempeño profesional, con formación cultural, habilidad para aplicar sus conocimientos, realice investigación, y publique y participe en foros académicos, de preferencia SNI). Como atributos personales: liderazgo, experiencia en manejo de grupos, con habilidades sociales y de comunicación, adaptable, y con valores y principios éticos. Respecto a sus actividades tutoriales: que se forme para ello, con experiencia en EaD y en comunicaciones asíncronas, manejo de TIC y con actualización pedagógica. Asimismo, que posea las competencias apropiadas a este tipo de programas.
- Como resultado del análisis documental, y de acuerdo con indicadores de organismos internacionales y nacionales, así como de ciertas instituciones educativas, y las características propias del contexto del IPN, se llegó al tipo de competencias cognitivas, sociales, pedagógicas, técnicas e investigativas (indispensables, necesarias y deseables) que sería conveniente poseyera el docentetutor de EaD en el IPN para ofrecer una educación de calidad.
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Tabla 2. Competencias que debiera tener un docente-tutor de EaD en el IPN.
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Figura 1. El profesor frente a las TIC en programas de EaD (modelo).
Como resultado de esta investigación, se llegó a la propuesta de un modelo ideal del profesor que realiza funciones tutoriales en los programas de EaD en el IPN y en el que se requiere tener ciertas competencias, algunas indispensables, otras necesarias y otras más que serían deseables. Sin embargo, hay que resolver varios retos en cuanto a la conversión de los saberes en competencias que faciliten que el profesor desarrolle sus funciones tutoriales con éxito.
Las competencias que se establecen como resultados del análisis, y a la luz del modelo educativo vigente en el IPN, se orientan a los aspectos de interacción, investigativos y técnicos (manejo de TIC), con un marco referido a lo cognitivo y lo pedagógico que debe tener el profesor acerca de la disciplina en la que funcione como tutor en programas de EaD; también es necesario que desarrolle otras competencias. De acuerdo con Rama (2009), las competencias para alcanzar el éxito en los programas mixtos abarcan, además de las mencionadas en el modelo, las informacionales, interculturales, internacionales, interactivas, de integridad, interdisciplinarias e idiomáticas. Algunas de éstas se hallan inmersas en lo señalado en el modelo; sin embargo, es recomendable que sean reconocidas como indispensables, porque las competencias pueden ir cayendo en la obsolescencia y el IPN, con su modelo educativo vigente, tiene que responder al contexto mundial e incrementar la internacionalización de sus programas, por lo que requiere profesores-tutores competitivos e innovadores.
Apuli-Suuronen, Rita (2000), Las artes visuales a través de los ojos. Estudio comparativo de los planes de estudio de los bachilleratos unificados polivalentes finlandeses y suecos, Finlandia: Paperback.
De la Torre, Ernesto y Navarro, Ramiro (1982). Metodología de la investigación. Bibliográfica, archivística y documental, México: McGraw Hill.
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IPN (2004), Un nuevo modelo educativo para el IPN, materiales para la reforma 1, México: IPN.
García Aretio, Lorenzo (2001). La educación a distancia. De la teoría a la práctica, España: Ariel.
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Martínez, Rigoberto (2011), Mínimos teóricos en la construcción de estados de conocimiento, México: Instituto de Pedagogía Crítica.
Montemayor, Ma. Velia, García, Ma. Del Consuelo y Garza, Yolanda (2004). Metodología de la Investigación: el proceso y sus técnicas, México: Doble Hélice Ediciones.
Raventós, Francisco (1990), Metodología comparativa y pedagogía, Chile: Libro Nuevo.
Strauss, Anselm y Corbin, Juliet (2002). Bases de la investigación cualitativa. Técnicas y procedimientos para desarrollar la teoría fundamentada, Colombia: Editorial Universidad de Antioquía.
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Pagano, Claudia Marisa (2008), "Los tutores en la educación a distancia. Un aporte teórico", Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento, vol. 4, núm. 2, Catalunya, España, pp. 1-11.
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http://utpl.edu.ec/caled/images/stories/pdfsCIEES, Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior: Fecha de consulta: 12 de noviembre de 2010.
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NOTAS AL PIE
1 Esta investigación se orientó al establecimiento de un modelo de docente de educación superior (a distancia), por lo que se usa indistintamente como profesor. En Estados Unidos de América, Canadá y la mayoría de los países europeos se refiere al docente o maestro del rango más alto, el universitario, experto en algunaciencia o arte. El professor es un senior (el que tiene el rango más alto o la mayor experiencia como docente).
2 Esta investigación hace referencia a los programas de nivel superior y de posgrado; sin embargo, se cuenta con cuatro programas a distancia en bachillerato.
3 Palabra derivada de mentor, que significa consejero o guía de otro, amigo, profesor y persona sabia. Es un término que procede de la obra La Odisea, escrita por Homero.
4 Actualmente, en el IPN está en revisión el Reglamento General de Estudios, que se orienta a la educación media superior y superior, y el Reglamento de Estudios de Posgrado fue modificado en 2006 y ya habla de programas presenciales, no presenciales y mixtos.
5 Existen investigaciones comparativas consideradas dentro del método del caso (para algunos multicasos). Apuli Suuronen comparó los planes de estudio de los bachilleratos unificados polivalentes finlandeses y suecos y explicó muchas razones de las diferencias entre ellos; encontró que éstas se pueden explicar por cambios políticos y culturales en esas sociedades respectivas (2000, pp. 319-323).
6 Se consideraron los programas de EaD correspondientes a bachilleratos, licenciaturas, posgrados, diplomados, cursos, cursos propedéuticos, cursos de educación continua y tutoriales.
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