Apertura. Revista de innovación educativa‏
Apertura 16

La gestión del aprendizaje del estudiante universitario a través de los entornos personales

María Cristina López de la Madrid

Katiuzka Flores Guerrero

Katie Beas Madrigal

Universidad de Guadalajara

RESUMEN

Un nuevo término aparece en los primeros años del siglo XXI, los entornos personales de aprendizaje (personal learning environments) (EPA), concepto que trata de integrar el aspecto tecnológico al pedagógico del aprendizaje en un ambiente más amplio de socialización e intercambio de ideas desde una acción autogestiva. La búsqueda, selección y análisis de la información, competencias señaladas como básicas dentro de la naciente sociedad del conocimiento, así como el almacenamiento, la representación y socialización de nuevos aprendizajes son sólo algunas de las acciones a las que los estudiantes están obligados en su trayectoria escolar, y el saber operar y aprovechar la tecnología facilita en gran medida la realización de estas tareas. Para conocer el impacto que las TIC han tenido en el desarrollo de los EPA de estudiantes de nivel superior, se analizaron los resultados de una investigación cuantitativa efectuada en el Centro Universitario del Sur (CUCSur) de la Universidad de Guadalajara. Algunas de las dimensiones que se incluyeron en la encuesta aplicada y que se enmarcan en la teoría sobre los EPA fueron: incremento y diversificación de la comunicación, búsqueda, manejo y socialización de la información y gestión del aprendizaje. En cuanto al aspecto tecnológico, se midió la frecuencia y el dominio que los estudiantes tienen en el uso de las TIC.

Palabras clave:

Entornos personales de aprendizaje, tecnologías de la información y la comunicación, gestión del aprendizaje, educación superior.

 

INTRODUCCIÓN

Durante las últimas décadas, se ha asignado mayor protagonismo al estudiante como sujeto activo en su proceso de aprendizaje. El pretender que éste, además de conocerse a sí mismo y a su medio, sea capaz de acceder al conocimiento y apropiarse de él, implica un proceso autónomo en el que está obligado a aprender a aprender, para lo cual debe desarrollar competencias que le preparen para saber hacer, saber ser y saber conocer (Delors, 1996), según el contexto al que se enfrente.

Una de las propuestas de eficiencia educativa es la de los estudios a través de la Red, los cuales se han diversificado y multiplicado en los últimos años a partir de las facilidades de acceso a internet y la disminución de costos de algunos aparatos tecnológicos. En la educación media superior y superior de México, los cursos en línea son una opción dentro de las instituciones educativas tradicionales, como un medio para integrar nuevas habilidades y conocimientos. Según los registros de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), las 165 instituciones afiliadas hacen algún uso de las TIC, y muchas de ellas tienen cursos o programas diseñados para trabajarse a través de la Red, ya sea de forma parcial o total. Parnell y Carraher reportaron, en 2003, que en Estados Unidos 70% de las universidades y college acreditados ofrecen cursos vía internet. Este fenómeno se repite en muchos países.

Sin embargo, el impacto de las TIC en la educación no ha sido el esperado; en los últimos diez años del siglo XX se auguraba un aumento considerable de la calidad educativa a partir del uso de estas herramientas, y aún no se han visto resultados satisfactorios.

En los primeros años del siglo XXI, un nuevo término se inserta en el esquema educativo mediado por la tecnología, el de entornos personales de aprendizaje (EPA), señalados por Attwell (2007) como un entorno en donde el aprendizaje se lleva a cabo en diferentes contextos y situaciones, y no a través de un solo proveedor de aprendizaje; así, reconoce la importancia de la educación informal y la diversificación de opciones de aprendizaje.

Para conocer la percepción que los alumnos del nivel superior tienen sobre el valor de la tecnología en su proceso de aprendizaje, lo que puede derivar en el desarrollo de los EPA, se diseñó y aplicó una encuesta de reactivos cerrados a 129 alumnos del CUCSur que tomaron cursos de verano en 2009 en la modalidad en línea. Las dimensiones de la encuesta se basaron en la percepción de estos alumnos sobre diferentes componentes de los EPA señalados por Attwell (2007), Van Harmelen (2008), Adell y Castañeda (2010), y fueron:

  • Habilitación tecnológica, frecuencia y dominio de uso. Contar con una base tecnológica que permita un uso ágil y permanente, con adecuadas conexiones de red y equipo actualizado; es uno de los primeros elementos a tomar en cuenta cuando se busca generar entornos de aprendizaje eficientes. A su vez, el dominio de uso de la tecnología es una habilidad indispensable para acceder a las redes, materiales y personas de manera virtual.
  • Incremento y diversificación de la comunicación. El uso de diferentes medios de comunicación, así como el aumento de ésta entre compañeros, profesores, materiales e institución, constituye un elemento básico para que los estudiantes puedan diseñar sus EPA. En este sentido, se incluyeron preguntas referentes al tipo de comunicación (personal, laboral y académica), los destinatarios (compañeros, maestros, amigos y familiares) y los medios desde los cuales se realiza (plataforma educativa, correo electrónico y mensajero instantáneo).
  • Búsqueda, manejo y socialización de la información, señalados por Adell y Castañeda como la capacidad de leer, reflexionar y compartir, y por Van Harmelen, como una co-construcción del conocimiento y una reflexión del aprendizaje. La información es considerada como uno de los insumos más importantes en la actualidad, y saber acceder a ella, seleccionarla, analizarla y transmitirla a otros es una competencia que ayudará a los estudiantes en su proceso de aprender a aprender. De aquí se desprenden habilidades para la lectura y escritura, lo que permite compartir experiencias y generar conocimientos.
  • Gestión del aprendizaje. Esta dimensión encierra todas las acciones que el estudiante realiza para acceder a los medios, materiales y recursos que puedan facilitar el desarrollo de su aprendizaje, y al ser una acción individual, le otorga las herramientas para lograr un aprendizaje a lo largo de su vida, y dejar de depender de los planes escolares y la guía del docente.

Las respuestas de la encuesta se contabilizaron y presentaron en tablas de frecuencia que estiman la percepción de los estudiantes con una escala de Likert mediante cinco opciones que midieron la frecuencia (siempre, casi siempre, a veces, casi nunca, nunca) y la afinidad o concordancia (totalmente de acuerdo, de acuerdo, ni de acuerdo ni en desacuerdo, en desacuerdo, muy en desacuerdo).

 

El concepto de percepción

Massarik y Wechsler (2000) definen la percepción como la formación de opiniones, favorables o desfavorables, que influyen sobre nuestra conducta social; es el medio a través del cual las personas se forman impresiones y logran comprender. Estos autores identifican tres aspectos básicos de la percepción social: el perceptor o la persona que mira e intenta comprender; lo percibido; y la situación o el medio donde se ubica el acto de la percepción.

A través de la percepción, el alumno puede reconocer y recordar su contexto, y también visualizar ideas y procesos propios o externos; con esto y con la experiencia, actitud y emociones, termina comprendiendo y dando significado a su entorno. En este caso, se está hablando de los alumnos, la gestión del aprendizaje y creación de los entornos personales a través de las acciones mediadas por las TIC, y del CUCSur de la Universidad de Guadalajara.

 

FUNDAMENTOS TEÓRICOS

Las TIC en la educación

Desde hace más de veinte años, las TIC han estado presentes en la dinámica de muchas instituciones educativas en todos los niveles, aunque su incorporación no se ha dado de manera homogénea ni se han logrado los mismos resultados en todos los casos. De acuerdo con Cabero (2001), como producto del surgimiento e incorporación de las TIC en todos los contextos de la vida actual, cada sociedad ha generado un modelo de educación que se apoya en éstas como recursos a utilizar en la formación de profesionales para tiempos de cambio, así como para apoyar la continua actualización de estos profesionales, lo cual exige nuevas situaciones de enseñanza-aprendizaje y, también, nuevos modelos adecuados a ellos.

Las TIC son instrumentos para el aprendizaje permanente y flexible al permitir acceder a la información y ofrecer oportunidades para encontrar soluciones particulares. Su aplicación en el quehacer educativo facilita que los alumnos logren un conocimiento actualizado y consulten información desde las mismas aulas u otros sitios destinados a ello. En las aulas, puede favorecer un efecto multiplicador en la construcción de los hábitos de acceso a la información a través de las redes de comunicación, prueba de ello es que no existe, hasta ahora, un medio tan rápido para la transmisión y actualización de la información como internet.

Algunas de las condiciones de carácter sociológico que distingue a estas herramientas y que resultan pertinentes referir, y en parte explican la popularidad de que gozan entre la cada vez mayor población de usuarios, son:

  • La comunicación que se establece por medio de estas herramientas es de carácter interactivo: en el ámbito escolar se puede realizar entre estudiante-estudiante, estudiante-profesor y estudiante-institución. Un ejemplo, además del correo electrónico y los sistemas de mensajería instantánea, son las herramientas de la Web 2.0, que propician una dinámica de interacción, además de una participación activa a través de la construcción de conocimientos (por ejemplo, wikis).
  • La sencillez de su uso y funcionalidad apoya el desarrollo de relaciones entre los usuarios, producto de la socialización de ideas y experiencias.
  • El usuario puede acceder a estas herramientas cada vez que lo requiera y le permiten gestionar tanto recursos para su uso personal, laboral o académico como sus tiempos de acceso y conexión.

Al abordar el tema de las TIC en el ámbito educativo (en el aprendizaje y la formación), se debe también tratar lo relativo a los medios y recursos que se incorporan para desarrollar actividades, contenidos y objetivos educativos acordes con las circunstancias particulares de cada institución, a saber, infraestructura y recursos económicos y humanos disponibles, así como la caracterización de sus alumnos.

Por lo tanto, cuando las instituciones educativas optan por las TIC como soportes y medios para el acceso y tratamiento de la información, deben hacerlo entendiéndolas como nuevas herramientas y modos de expresión que suponen también formas novedosas de acceso, organización, gestión y modelos de participación, como es el caso de los EPA.

 

LOS EPA

El desarrollo de cursos en línea y la creación de espacios virtuales de aprendizaje han sido, en muchos casos, una réplica de las clases presenciales, en las cuales el alumno y el docente cumplen con el programa establecido mediante la digitalización de los materiales que se usan en clases presenciales, y el uso de la tecnología está supeditado al trabajo dentro de la plataforma y, en algunos casos, al uso del correo electrónico como un medio de comunicación adicional.

Aunque esta dinámica constituye un avance importante ante la forma tradicional y el rol pasivo del estudiante, no es suficiente para lograr un cambio cualitativo en la educación. Para que las TIC puedan tener el impacto esperado, hace falta una modificación profunda en el modo de pensar la educación y sus principales actores, los docentes y los alumnos.

Tratando de entender qué sucede o puede suceder con la educación y la tecnología cuando se amplían las perspectivas de uso, en los últimos años se ha manejado un concepto que refleja la necesidad de lograr una autogestión dinámica e integradora en los procesos de aprendizaje, el de los EPA.

Attwell ha definido este término al señalar que en los EPA el aprendizaje es permanente y que estos entornos tienen como objetivo proporcionar las herramientas que soporten este aprendizaje; en ellos, se destaca el papel del individuo en la organización y gestión de su propio aprendizaje; se basan en la idea de que el aprendizaje se puede dar en diferentes contextos y situaciones, y no es proporcionado por un solo proveedor. Por último, se reconoce la importancia que tiene el aprendizaje informal (2007, p. 2).

Van Harmelen (2008) considera a los EPA como parte de los "ecosistemas de aprendizaje", los cuales se componen por otras personas (compañeros y maestros), materiales impresos y computacionales (incluyendo internet), y otros recursos físicos e insumos. Para este autor, el aprendizaje autodirigido depende de dos enfoques: el constructivismo social y el construccionismo.

El constructivismo social trabajado por Vygotsky ─mediante el cual los conocimientos se forman a partir de los esquemas de la persona en relación con su medio ambiente o realidad social─ puede apoyarse en los EPA a través de los servicios de las redes sociales para lograr un aprendizaje distribuido con aprendices geográficamente distantes y en tiempos diferentes (Van Harmelen, 2008, p. 36). Por otro lado, la flexibilidad de manejar los materiales y planes diseñados dentro de los EPA facilita al alumno la gestión de su conocimiento.

En cuanto al construccionismo (tomando el término de Papert, 1991), Van Harmelen resalta la importancia de los EPA para lograr una socialización de las estructuras o insumos del aprendizaje con el uso de medios que les permitan publicar sus creaciones, como blogs y wikis (2008, p. 37).

Para Adell y Castañeda, los EPA son "el conjunto de herramientas, fuentes de información, conexiones y actividades que cada persona utiliza de forma asidua para aprender (2010, p. 7) […] Van mucho más allá de la tecnología y suponen cambios profundos en nuestras prácticas educativas habituales, personales y colectivas (p. 2)".

En correspondencia a los anteriores conceptos, Wild, Mödritscher y Sigurdarson (2008, p. 6) enumeran tres nociones respecto al diseño de los EPA:

  • Los autores hacen hincapié en la adquisición de transcompetencias, incluyendo aquí las competencias social y metodológica. Se centran en la idea de "aprender a aprender" en relación con los contenidos de aprendizaje.
  • Creen que el ambiente de aprendizaje es una parte significativa de los resultados del aprendizaje, más allá de una condición de instrucción. Un alumno diseña su ambiente estableciendo una red de personas, herramientas y tecnologías en interacción con ese ambiente.
  • Consideran la conducta como un fenómeno natural e inevitable de los complejos sistemas sociotécnicos; los autores explican que se observan dinámicas que no se tomaron en cuenta en los diseños, por lo que tener un diseño emergente es más importante que uno basado en reglas.

Para autores como Casquero et al. (2008), los EPA responden a las necesidades de aprendizaje colaborativo de una forma más completa que los llamados ambientes virtuales de aprendizaje (VLE, por sus siglas en inglés), debido a que los recursos de aprendizaje, la planificación de la gestión y la interacción de los usuarios se han venido incrementando.

Ante la novedad del concepto que aún se encuentra en desarrollo, Van Harmelen habla de la conveniencia de estudiar los EPA desde diferentes enfoques y aproximaciones pedagógicas que puedan dar más luz sobre sus posibles estilos y funcionalidades. Sin embargo, para este autor las habilidades metacognitivas como la capacidad de formular y dirigir el propio aprendizaje (autogestión) son un elemento crucial (2008, pp. 44-45).

En un estudio comparativo sobre la implementación de cuatro diferentes EPA, Van Harmelen identificó algunas acciones y espacios de trabajo que deben constituirlos:

  • Elegir cómo trabajar los resultados del aprendizaje (por ejemplo, wikis).
  • Uso de planes de aprendizaje; monitoreo de los planes para replanificar a partir de su progreso (uso de wikis y blog).
  • Generar (maestros) y usar (alumnos) los andamiajes de la zona de desarrollo próximo (ZDP).
  • Apoyo a las comunidades de estudiantes.
  • Co-construcción del conocimiento (wikis, blogs y transformación de los planes de aprendizaje).
  • Reflexionar sobre el aprendizaje (wikis y blogs).
  • Notificación automática de resultados interesantes del aprendizaje, aprendizajes asociados.
  • Comunicación pública sincrónica.
  • Comunicación pública asincrónica.
  • Comunicación privada sincrónica.

Como se observa, de los anteriores componentes, uno de los elementos fundamentales de los EPA es la interacción, ya sea con otros compañeros, con los docentes, con la institución o con los materiales y documentos de trabajo. En este sentido, y como lo mencionan Adell y Castañeda (2010), "un PLE no lo forma sólo un entorno tecnológico […] Tiene una parte eminentemente social y una parte personal (individual)".

 

ÁMBITO DE ESTUDIO

El CUSur, creado el 26 de mayo de 1994, forma parte de la Red Universitaria de la Universidad de Guadalajara, que tiene presencia en todo Jalisco. Este centro universitario ofrece 19 programas educativos de niveles técnico, técnico superior universitario, licenciatura y posgrado, además de dos cursos posbásicos en Enfermería; su plantilla académica está formada por 507 profesores de tiempo completo y asignatura. Al momento de la aplicación de la encuesta, el CUSur contaba con un total de 5 115 alumnos.

Este centro universitario tiene nueve programas educativos de pregrado considerados como programas de calidad, por estar acreditados por organismos reconocidos por el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior, AC (COPAES), o ubicarse en el nivel I de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES); esto da un total de doce programas evaluables que se imparten en este nivel, lo que representa 75% de la matrícula en los programas educativos de calidad.

Vale la pena mencionar que en el CUCSur se han trabajado los cursos en línea desde finales de 2001, y en la actualidad se cuentan con más de cien cursos diseñados con una metodología instruccional específica y en diferentes modalidades: completamente en línea, de forma semipresencial o como apoyo a una asignatura. En todos estos casos, los cursos han sido un insumo valioso para que los alumnos y profesores se adentren en el uso de la tecnología de manera intensiva, lo que deriva en un enriquecimiento de los programas educativos del centro.

 

ASPECTOS METODOLÓGICOS

Alcance

La investigación realizada fue de corte transversal, con un enfoque cuantitativo y un alcance descriptivo. Se buscó cuantificar y comprender el problema planteado a través de la identificación de las percepciones de los alumnos.

 

Población y muestra

Los sujetos participantes en esta investigación fueron alumnos de nivel licenciatura, quienes habían tomado cursos en línea; el segundo elemento de inclusión fue el haber participado en los cursos de verano de 2009 (en junio y julio) y el tercero, tener una cuenta de correo electrónico vigente.

El número de individuos que cumplieron con estos tres elementos fue de 293, sobre los cuales se calculó el tamaño de la muestra con los estándares estadísticos de 95% de nivel de confianza y un margen de error de 5%, con base en el supuesto de trabajar con una población homogénea. El cálculo se realizó con la fórmula descrita por López Romo (1998, p. 55), y se obtuvieron en total 166 individuos.

 

Diseño y aplicación del instrumento

El instrumento diseñado consistió en una encuesta de reactivos cerrados en escala de Likert; una vez analizados los resultados de la prueba piloto, en la que se pidió a 30 estudiantes que contestaran la encuesta y algunas preguntas sobre la claridad del documento, el orden y la secuencia de los temas y algunos otros que se pudieran incluir para enriquecerlo, se hicieron las correcciones correspondientes conforme a las observaciones señaladas. La encuesta definitiva que se administró a la muestra calculada se compuso de 50 preguntas. Para la aplicación del instrumento, se trabajó con la plataforma comercial Surveymonkey (www.surveymonkey.com). El resultado fue de 129 instrumentos recuperados, lo que constituye cerca de 80% de la muestra, por lo que la investigación mantuvo un nivel estadísticamente confiable.

 

RESULTADOS

Para la presentación de los resultados, se abordan los aspectos que se midieron sobre la gestión de los EPA desde las cuatro dimensiones presentadas en la introducción de este trabajo:

  • Habilitación tecnológica, frecuencia y dominio de uso.
  • Incremento y diversificación de la comunicación.
  • Búsqueda, manejo y socialización de la información.
  • Gestión del aprendizaje.

 

Habilitación tecnológica, frecuencia y dominio de uso

El primer requisito para el desarrollo de un EPA es, sin duda, contar con una habilitación tecnológica mínima, ya sea de tipo personal o con la posibilidad de acceder desde la escuela, el trabajo o la casa. Para responder a esta cuestión, se preguntó a los alumnos, primero, si contaban con equipo de cómputo, a lo que 48% respondieron afirmativamente. En cuanto al lugar en que se conectan con más frecuencia, los porcentajes obtenidos se presentan en la tabla 1.

Fuente: Elaboración propia.

Tabla 1. Lugar de acceso.

 

En cuanto al tiempo que llevan utilizando la tecnología, 71% tienen más de cuatro años trabajando con ella y 91% lo hace con una frecuencia que va de tres días a la semana a un uso diario, con un promedio de entre una y cinco horas al día. El dominio de uso tiene una relación directa con la frecuencia, ya que 94.8% de los encuestados consideran que tienen una habilidad buena o muy buena en el manejo de la tecnología; sin embargo, no hay relación con la disposición de equipos de cómputo, que, como ya se mencionó, se ubicó por debajo de 50% de los encuestados.

 

Incremento y diversificación de la comunicación

Para conocer la percepción de los alumnos en cuanto a esta dimensión, se les presentaron cinco acciones que buscaban indagar el nivel de desarrollo de la comunicación a partir de la tecnología y cuyas respuestas1 se observan en la tabla 2.

Fuente: Elaboración propia.

Tabla 2. Desarrollo de la comunicación.

 

Como se observa, la mayoría de los encuestados consideran que la tecnología incrementa la comunicación con otros, no sólo en la escuela, sino en la vida diaria. En este sentido, se les preguntó a los alumnos con quiénes se comunicaban de manera más frecuente, y 95% respondieron que con familiares y amigos. El uso de diferentes vías de comunicación, como las plataformas educativas, los blog, el correo electrónico, mensajero instantáneo, entre otros, permite un mayor flujo de información, que es una de las bases para un buen desarrollo de los EPA.

Sin embargo, los resultados no son tan alentadores en cuanto al incremento de las aptitudes comunicativas, es decir, la facilidad en la lectura y transmisión de ideas, mensajes y conceptos, y en relación con el uso de las tecnologías para el aumento de la retroalimentación en la escuela. Así, los resultados son un indicador importante sobre la necesidad de dar un empleo adecuado de las TIC y, sobre todo, que éste pueda enriquecer los EPA de forma eficaz.

 

Búsqueda, manejo y socialización de la información

Para esta dimensión, se cuestionaron diez acciones relacionadas tanto con el acceso y selección como con la socialización de la información, señaladas por los diferentes autores como una de las partes fundamentales de los EPA, y que no siempre se observan en los espacios virtuales. Los resultados se presentan en la tabla 3.

Fuente: Elaboración propia.

Tabla 3. Manejo y socialización de la información.

 

De los alumnos encuestados, 94% señalaron que utilizan las TIC para compartir información novedosa con amigos, compañeros y maestros; 92%, que la principal comunicación con sus profesores es para el envío de tareas, y 87% utilizan los medios electrónicos para preguntar dudas y solicitar más información sobre sus materias, lo que enriquece su proceso de aprendizaje.

No obstante, no todas las acciones han tenido la misma respuesta, ya que, como se advierte en la tabla 3, menos de la mitad de los estudiantes está de acuerdo en que el uso de las TIC les ha ayudado a ser más críticos respecto a la información que leen, o en haber desarrollado habilidades de lectura reflexiva y escritura. En este sentido, la orientación del docente puede ser un factor determinante para el mejor aprovechamiento de estas herramientas.

Por otra parte, el desarrollo de habilidades para la investigación, la resolución de problemas y el trabajo en equipo es un elemento que debe complementar la formación de los estudiantes, por lo que se han de integrar técnicas y estrategias específicas para lograrlo, ya sea como parte de los cursos virtuales o dentro de los EPA que cada uno de ellos vaya diseñando.

 

Gestión del aprendizaje

Este último apartado refiere una de las principales características de los EPA: lograr que el alumno gestione su proceso de aprendizaje a través de diferentes medios y recursos, lo que le permitirá desarrollar una de las competencias necesarias en esta cambiante sociedad: el aprender a aprender. Algunas de las acciones que realiza para gestionar su aprendizaje a través de las TIC se presentan en la tabla 4.

Fuente: Elaboración propia.

Tabla 4. Gestión del aprendizaje.

 

Más de la mitad de los estudiantes reconoce la importancia de la tecnología para su aprendizaje, la cual ha modificado el modo en que acceden, clasifican y manejan la información, y también la manera de relacionarse con la institución educativa. No obstante, los datos no son del todo satisfactorios, ya que lo ideal es que 100% de los estudiantes puedan considerar a las TIC como un apoyo fundamental en la gestión de su proceso de aprendizaje.

 

CONCLUSIONES Y DISCUSIÓN

Una de las características de los EPA que, según los autores citados, los distingue de los espacios virtuales de aprendizaje o los cursos en línea, es que los alumnos amplíen sus contactos y medios de comunicación, que busquen materiales fuera del curso programado y accedan a redes y espacios virtuales que les proporcionen elementos para su desarrollo académico. Los participantes de esta investigación hacen un uso personal de las TIC, que no está determinado en la planificación de sus cursos. Tal es el caso del uso de los blog, en el que 87% de los encuestados manifestaron que acceden a ellos para conocer ideas vertidas por otros referentes a sus materias, y para estar en contacto con personas afines.

De acuerdo con Attwell (2007) y Van Harmelen (2008), dos de las herramientas que pueden propiciar la socialización de la información y la creación y socialización de nuevos conocimientos son los blog y las wikis. De los alumnos encuestados, sólo 8% dijeron conocer lo que son las wikis, y ninguno había hecho alguna aportación, por lo que no se incluyeron en la encuesta.

En cuanto a los blog, los resultados fueron diferentes, ya que 73% refirieron haber leído o escrito algún blog, y 49% cuentan con uno propio. Es importante señalar que en el estudio quedaron fuera las redes sociales como Twitter y Facebook, cuya expansión se dio a finales de 2009. En cuanto a la diversificación de las fuentes de información, Parnell y Carraher (2003) señalan que en los últimos años han aumentado los proveedores de contenidos y materiales fuera de las universidades y centros escolares tradicionales, lo que facilita el acceso a diversas fuentes de información dirigidas hacia la educación no formal. En este sentido, los alumnos encuestados demostraron su interés y capacidad de buscar materiales de apoyo más allá de los otorgados por sus profesores, al acceder a insumos que enriquecen sus materias y buscar formas de socializar sus experiencias educativas. Attwell (2007) lo refiere como el proceso en que el consumidor se convierte en proveedor, ya que el alumno es capaz de generar y compartir materiales y conocimientos a través de la Red.

Si como refiere Attwell (2007) un EPA está compuesto por las diferentes herramientas que utilizamos en nuestra vida cotidiana para el aprendizaje, estos entornos serán útiles en la medida en que los alumnos sepan gestionar sus recursos y medios de comunicación, accediendo a diferentes fuentes de información, pero también creando redes de aprendizaje sólidas que reflejen su desarrollo en el medio educativo y en su vida personal. Algunas de las acciones que pueden generar estas redes son el trabajo en equipo, la socialización de la información a través de las redes sociales y el intercambio de experiencias de aprendizaje, acciones que obtuvieron un bajo porcentaje en la percepción de cambio de los alumnos.

A partir de los resultados de esta investigación, se identifica una precaria presencia de la acción docente que haya podido fortalecer la relación del estudiante con la tecnología, lo que, sin duda, hubiera modificado la percepción que ellos tienen sobre el impacto de las TIC en su trayectoria educativa. Un ejemplo es que, si bien los estudiantes se comunican con sus profesores para el envío de tareas (91.5%), sólo un menor porcentaje (46.6%) lo hace para externar dudas sobre algún tema de la clase, o para solicitarle información más allá de la proporcionada en el programa del curso (40.7%).

A su vez, se identificó la necesidad de emprender otras investigaciones que indaguen qué está pasando con la mejora de la calidad educativa, no sólo desde la percepción de los estudiantes, sino desde un estudio integral que incluya a la administración, los docentes y la acción específica en los EPA.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Adell, J. y Castañeda, L. (2010). Los entornos personales de aprendizaje (PLEs): una nueva manera de entender el aprendizaje. En R. Roig Vila y M. Fiorucci (Eds.). Claves para la investigación en innovación y calidad educativas. La integración de las tecnologías de la información y la comunicación y la interculturalidad en las aulas. Alcoy: Marfil-Roma. Recuperado de
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Attwell, P. (2007, enero). Personal Learning Environments -the future of eLearning? eLearning Papers, núm. 1, vol. 2. Recuperado de
http://www.elearningeuropa.info/files/media/media11561.pdf.

Cabero, J. (2001). Tecnología educativa. Diseño y utilización de medios en la enseñanza. España: Paidós.

Casquero, O. et al. (2008). iGoogle and gadgets as a platform for integrating institutional and external services. En F. Wild, F. Mödritscher & S. Sigurdarson. Designing for Change: Mash-Up Personal Learning Environments. eLearning Papers, núm. 9.

Delors, J. (1996). La educación encierra un tesoro. México: UNESCO.

López Romo, H. (1998). La metodología de la encuesta. En J. Galindo Cáceres (Coord.). Técnicas de investigación en sociedad, cultura y comunicación (pp.33-73). México: Pearson.

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Van Harmelen, M. (2008). Design trajectories: four experiments in PLE implementation, Interactive Learning Environments, núm. 1, vol. 16, pp. 35-46, doi: 10.1080/10494820701772686.

Wild, F., Mödritscher, F. & Sigurdarson, S. (2008, julio). Designing for Change: Mash-Up Personal Learning Environments. E-Learning Papers, núm. 9. Recuperado de
http://www.elearningeuropa.info/files/media/media15972.pdf

 

NOTAS AL PIE


1 El porcentaje de las respuestas en las tablas 2, 3 y 4 corresponde sólo a las opciones de "totalmente de acuerdo" y "de acuerdo".

 

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Apertura vol. 16, núm. 1, abril - septiembre 2024, es una revista científica especializada en innovación educativa en ambientes virtuales que se publica de manera semestral por la Universidad de Guadalajara, a través de la Coordinación de Recursos Informativos del Sistema de Universidad Virtual. Oficinas en Av. La Paz 2453, colonia Arcos Sur, CP 44140, Guadalajara, Jalisco, México. Tel.: 3268-8888, ext. 18775, www.udgvirtual.udg.mx/apertura, apertura@udgvirtual.udg.mx. Editor responsable: Alicia Zúñiga Llamas. Número de la Reserva de Derechos al Uso Exclusivo del Título de la versión electrónica: 04-2009-080712102200-203, e-ISSN: 2007-1094; número de la Reserva de Derechos al Uso Exclusivo del Título de la versión impresa: 04-2009-121512273300-102, ISSN: 1665-6180, otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Número de Licitud de Título: 13449 y número de Licitud de contenido: 11022 de la versión impresa, ambos otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Responsable de la última actualización de este número: Sergio Alberto Mendoza Hernández. Fecha de última actualización: 22 de marzo de 2024.