Apertura. Revista de innovación educativa‏
Apertura Especial Articulo 6
Formación docente en modalidad virtual como forma de introducir un discurso ideológico en la educación


José Ricardo Aguilera Terrats
Centro Interdisciplinario de Investigación y Docencia en Educación Técnica
Manuel Ernesto Hernández Orta
Centro Interdisciplinario de Investigación y Docencia en Educación Técnica
Aurora Adriana Lugo García
Centro Interdisciplinario de Investigación y Docencia en Educación Técnica

RESUMEN
PROBLEMA

OBJETIVO GENERAL

MARCO TEóRICO
Ideología y hegemonía
Nuevo pacto político: neoconservador-neoliberal
El conocimiento oficial y legitimación

DESARROLLO
Características del modelo educativo de los institutos tecnológicos
La formación docente y su relación con el modelo educativo
Internet ¿una ideología globalizante?
El control de la ideología en un sistema hegemónico

DISCUSIóN
REFERENCIAS

 

RESUMEN   

El Gobierno Federal ha estado impulsando en la formación de profesores, su capacitación y su práctica, el uso de las TIC en las instituciones de educación superior, bajo una imagen de modernidad que conlleva progreso que, en el caso de la educación, implica mayor calidad de los servicios. Sin embargo, se percibe un discurso globalizante y hegemónico que encuentra tierra fértil para su difusión con el uso de estas tecnologías, de modo que cabe la reflexión sobre si su promoción obedece más a criterios academicistas o bien, como medio de enculturamiento.

Palabras clave:
Virtualidad, globalización, discurso, hegemonía.

 

___________________________
En la actualidad, la educación superior pública en México se ha venido reformando en aras de obtener niveles de calidad equiparables con los de las universidades privadas, para lo cual se está basando en los mismos estándares internacionales que éstas. Esta preocupación ha surgido a partir de una imagen de inferioridad entre el sector educativo público con respecto al privado y a la presión de la sociedad por recibir educación de calidad, pues pocos son los que pueden pagarla.

Curiosamente, dicha postura está impregnada de una ideología que comparten, aún sin saberlo; por ejemplo ¿es verdad que todas las universidades privadas son buenas y que todas las públicas son malas? Es evidente que no, pero la generalización se hace sin pensar. Otro es ¿los estándares de calidad elegidos, propios de países desarrollados, son los más apropiados para nuestro país? ¿Pueden ser cubiertos? ¿Garantizan el éxito? La respuesta es compleja y requiere un análisis, pero se puede adelantar que son más que cuestionables las razones de su elección, así como los resultados que se están alcanzando.

Dada esta subordinación del Estado al sistema económico y el interés de éste en que se acepten mecanismos internacionales de intercambio se ha llevado la educación a las mismas normas, definiendo su calidad y la de sus docentes, en función de parámetros de acreditación y certificación internacionales. Lo anterior ha llevado a una diferenciación aún mayor entre educación pública y privada, pues ésta última cuenta con mayor poder económico como para responder a tales exigencias, de modo que la legitimidad empieza a perder vigencia.

En todo caso, la exigencia es que nuestros profesores de educación superior tengan estudios de posgrado, sean investigadores y... continúen impartiendo clases de tiempo completo, o bien, por asignatura. Empero, cabe recordar que éstos suelen tener varios empleos para tener un sueldo suficiente a sus necesidades, de modo que la investigación queda reducida a quienes tienen tiempo completo y no desarrollan trabajo administrativo, o sea, tienen tiempo libre.

Existe por supuesto el ideal de la profesionalización, que establece que la profesión docente se ejerce por vocación con un espíritu altruista (Carr, 2005), lo que justificaría el hecho de que los docentes dediquen su tiempo libre en aras del saber y del mejoramiento personal, pero ¿realmente es un enfoque idealista o una ideología basada en delegar la responsabilidad de un participante a otro?
Es interesante que se plantee la educación como factor crucial para el desarrollo y supervivencia de un país, pero sus docentes deban prepararse por sí mismos e investigar por su cuenta, sin un proyecto o un rumbo que la guíe. Esta aparente contradicción es, en realidad, un juego perverso producto de una ideología dominante que se introduce en el medio educativo con un aparente discurso idealista y hasta inocente: el neoliberal.

El planteamiento que se desarrolla en este documento parte de la idea de que el discurso o ideología neoliberal se ha ido introduciendo en el discurso pedagógico que sostienen los docentes, más preocupados por el desarrollo de técnicas didácticas; de modo que, sin darse cuenta, lo están reproduciendo para la sociedad a través de sus estudiantes. Además, el presente trabajo forma parte del proyecto de investigación denominado: Las prácticas de los procesos de enseñanza y aprendizaje en el contexto educativo del SNEST. Estudios de caso: CIIDET, CENIDET, ITQ.

Cabe destacar que una forma como ha podido ser aceptado este discurso se debe a la resignación presentada como una tendencia imparable, llamada globalidad o proceso de globalización, favorecida en los últimos años por medio del desarrollo de las tecnologías de información y comunicación (TIC), las cuales se promueven en la práctica cotidiana de los docentes mediante una formación basada en cursos a distancia en la modalidad virtual o asistida por computadora, donde se privilegia el uso de Internet y en general el uso de herramientas de comunicación, además del software común y especializado para aplicaciones educativas (Paquay, Altet, Charlier y Perrenoud, 2005).

De este modo y como caso particular, se hace un análisis del discurso pedagógico que reflejan las políticas educativas del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica en materia de formación docente en lo tocante a los fines que persiguen, ideología que hay detrás y efectos en la sociedad en caso de ignorarlos.

Este trabajo está planteado en el pensamiento de Michael W. Apple, por la forma como presenta la unión entre la nueva derecha conservadora (neoconservadores) y los neoliberales, que han dado paso al sistema de globalización bajo los postulados del neoliberalismo como ideología central.

PROBLEMA  

El Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica (SNEST), en la búsqueda del desarrollo o mejora de habilidades de sus docentes para enseñar en aula, ha impartido capacitación mediante programas a distancia virtuales, dado que éstos ofrecen la ventaja de una mayor cobertura y un menor costo de operación; lo que ha llevado a un logro distinto: el desarrollo de habilidades para trabajar de forma virtual, mediante el uso de software genérico y especializado para las disciplinas e Internet. Todo ello genera las siguientes preguntas:

  • ¿Qué se persigue realmente al capacitar a distancia a los docentes, si lo que se requiere es que desarrollen habilidades en trabajo presencial o en el aula?
  • ¿Qué relación guarda el modelo educativo del SNEST con la política estatal y la formación proporcionada a los docentes?

OBJETIVO GENERAL  

Analizar desde una perspectiva crítica los motivos por los que el SNEST promueve un cambio en la educación tecnológica, tanto por el surgimiento de un nuevo modelo educativo como por la incorporación de las TIC en la educación.

MARCO TEóRICO  


Ideología y hegemonía

De una forma superficial, puede suponerse que la ideología es simplemente una forma de pensar de determinados grupos de una sociedad, de modo que compartan valores, prácticas y cosmovisión; sin embargo, la ideología es algo más complejo, pues, como ya decía Marx, en realidad sólo corresponde al conjunto de ideas inducido o promovido de manera más o menos oculta por la clase dominante de la sociedad, a fin de justificar sus intereses principalmente en el orden material.

Dicha clase no corresponde a un (único) grupo que ejerce el poder ni tampoco a la clase política, como algunos creen, sino que existen varios de ellos. Es importante tener presente que los grupos dominantes ostentan poder y liderazgo, y no pueden poseerlo en todos los ámbitos tales como económico, político, religioso (moral), coercitivo y social. Por lo tanto, para poder introducir y mantener vigente una ideología en el grueso de la población es necesario que todos estos grupos (o clase dominante) unan sus fuerzas, de manera interdependiente pero también un poder mayor, haciéndolo hegemónico (Apple, 2001).

La hegemonía, como dice Williams:

… es un conjunto completo de prácticas y expectativas; nuestra asignación de energía, nuestro entendimiento ordinario del hombre y su mundo. Es una serie de significados y valores que, en la medida en que son experimentados como prácticas, aparecen recíprocamente como confirmantes. (Citado en Apple, 1986, p. 16).

Es efectiva a causa de un planteamiento ideológico a modo de paraguas en donde aparentan tener cabida todos los grupos sociales, incluso los más débiles y desprotegidos, lo que hace que se perciba como una forma de pensar común y dé sentido de realidad para las personas.

Sin embargo, la trascendencia de la hegemonía va más allá, pues ésta hace que se integren cierto conjunto de prácticas y pensamientos a una idea más general que nos lleva a "saber" cuál es la realidad, de tal suerte que ni siquiera se cuestiona si puede ser modificada, sino que se acepta tal cual es y las inquietudes se manifiestan dentro del discurso hegemónico.

Por ejemplo, un discurso que se está haciendo hegemónico en nuestro tiempo es el de la llamada "aldea global" y "sociedad del conocimiento", dado que fomenta el romper fronteras políticas y de espacio físico y la actualización de conocimientos, lo que no es otra cosa que ingresar a la cultura informática. Pero la realidad es que la idea básica que se está promoviendo es ampliar el mercado internacional a un costo menor; además, hay que ser conscientes de que no se comparte realmente una cultura informática sino que se sienten identificados por compartir la experiencia en el uso de chat, e-mail, foro y navegador, pues sólo se enfatiza en el manejo de Internet y sus herramientas más comunes (Apple, 2001).

Al respecto, se sabe que el uso de las TIC representa riesgos tales como la comunicación sin comunicación, o ver a la tecnología como un fin en sí misma; y, más allá de ello, esta perspectiva representa uno nuevo: caer en la seducción del consumismo, propio de la globalización y la corriente neoliberal (Apple, 1996). Se entiende como globalización al proceso de integración internacional de los mercados mediante bloques, así como de la promoción del desarrollo de tecnologías que les permitan a las empresas obtener mayores beneficios; y por neoliberalismo, la ideología que promueve el libre mercado y libertad de las fuerzas de oferta y demanda como formas de establecer justicia para productores y consumidores.

Ahora bien, si el dominio ideológico se está introduciendo vía Internet ¿quién o quiénes son los grupos dominantes? Para responder esta pregunta debemos partir de que el tipo de dominio se está presentando en el terreno económico y es ahí donde debemos buscarlo, al menos en principio. Empero no significa que debamos asumir que todas las empresas que tienen sitios en Internet son parte de una clase dominante, pues en realidad muchas de ellas (la mayoría) sólo responden a la misma ideología que, en este caso, es competir en el mismo mercado internacional a precio de morir si no lo hacen.

De este modo, la intervención política tiene actualmente una orientación empresarial y, como consecuencia, hacia la privatización (Apple, 1996), lo cual se ha venido suscitando en las empresas públicas de México desde 1988. Además, tiende a privilegiar el uso de los medios electrónicos, incluso desde el discurso educativo.

Puede decirse, entonces, que a partir del desarrollo tecnológico (de las TIC) se ha propiciado una corriente globalizadora desde una perspectiva neoliberal. Esta corriente no sólo ha buscado la "homogeneización" del mundo, sino subordinar la política y el bienestar individual a las necesidades económicas mundiales, en este caso dirigidas por un cierto grupo de poder que, por tanto, es el que intenta promover sus valores culturales de conveniencia.

En contraparte, existen visiones "reivindicadoras", nacionalistas o regionalistas, que intentan defender las diferencias locales, pero para que las personas aprendan a vivir en un mundo cada vez más globalizado, sin perder por ello su identidad e individualidad; hay que considerar que una persona pierde conciencia de sus actos cuando los hace mecánicamente o no ha reflexionado sobre el objetivo y efectos de los mismos, dejándose llevar por el discurso hegemónico. Por lo tanto, el docente que pretende dirigir un curso mediante una práctica acorde a la realidad social que se vive, debe plantearse la siguiente reflexión: ¿enseñar a ser productivo en una economía de mercado es estar en la conciencia o en la inconsciencia?
Para responder la pregunta, hay que plantearse un análisis de la práctica evitando mirar los errores, "lo que se ha venido haciendo mal por años"; pues existe la tendencia a instalarse en un discurso que legitime la práctica propia actual, sin una verdadera reflexión. En su lugar, debe hacerse una práctica reflexiva en la que se analice qué se considera efectivo, por qué y quién lo promueve y por qué; así también el intercambio de ideas entre colegas (Paquay et al, 2005).

Nuevo pacto político: neoconservador-neoliberal   

Históricamente ha habido una pugna entre los grupos liberales y los conservadores, dado que sus planteamientos son opuestos en muchos sentidos. De hecho, el planteamiento liberal en tiempos de la revolución industrial tendía a favorecer al empresario y al mercado, en tanto que el conservador al poder del Estado.

En la actualidad el neoconservadurismo y el neoliberalismo han encontrado la fórmula para coexistir en una posición ideológico-política que favorezca a ambos: la existencia de un Estado regulador en la educación, que de manera centralizada define los destinos de la misma. En México se evidencia en sus niveles básico, medio y superior; incluso las universidades autónomas que tienen "libertad académica", se ven forzadas a depender del Estado ante el presupuesto que les asigna anualmente en función de la respuesta que den a sus políticas.

De hecho, la visión neoliberal plantea la importancia de formar a los jóvenes en competencias, que aunque éstas se presentan con un enfoque social y laboral, los cierto es que el énfasis está en el segundo, pues para ellos "el papel fundamental de la enseñanza es dotar a los estudiantes de los conocimientos necesarios para competir en un mundo... marcado por cambios incesantes" (Apple, 2002, p. 19), que no es más que la preocupación de satisfacer las necesidades de las empresas con fuerza laboral calificada.

Esta inclinación hacia lo laboral, lleva a establecer un perfil docente de calidad internacional, aun cuando las circunstancias no sean equivalentes en todos los países, incluso en el mismo territorio nacional, bajo el entendido de que no sólo deben impartir clase, sino investigar y producir conocimiento para que su práctica sea de calidad (Apple, 2001).

Esto último presenta una contradicción, pues la tendencia regulatoria del Estado lleva hacia un metacurrículo con una visión técnica, como lo decía Kemmis, en donde el docente se convierte tan sólo en un operario del currículo, a diferencia de la perspectiva práctica que está orientada hacia el juicio del docente para resolver situaciones contradictorias, aspecto que no es aceptable por la corriente neoconservadora.

Otra característica del neoconservadurismo es la preocupación por reducir los costos en educación, bajo la antigua visión del capital humano en la que se establece que la educación debe rendir frutos, en términos de costo-beneficio (Apple, 2002). Esto se pone de manifiesto cuando el discurso que justifica la existencia de una educación a distancia dirigida y financiada por el Estado, presenta como principales beneficios la cobertura y el costo, pero no su calidad, razón por la que instancias tales como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y el SNEST no la consideran en sus programas de becas y licencias.

La preocupación por estándares de calidad y de una educación que sea rentable, no parece ser congruente con todas las políticas gubernamentales, pues en la actualidad se ofrecen múltiples oportunidades a adultos y jóvenes para obtener certificados; incluso a quienes fracasan en sistema educativo normal se les abre la posibilidad de que puedan concluir de manera autodidacta en el sistema abierto. Es posible que estas políticas visiblemente contradictorias estén para responder a la sociedad, evitar un conflicto como sistema y mantener su lealtad.

Por tanto, el reto al que se enfrenta la escuela es que la nueva economía, basada en el libre mercado internacional y en el beneficio a corto plazo, tiende a formar en el individualismo y a destruir la cultura sustituyéndola por una híbrida, ambos efectos contrarios a la sociedad armónica con orientación hacia las necesidades de los demás que se dice estar cultivando (Apple, 2002; Pérez Gómez, 1998).

El conocimiento oficial y legitimación   

El llamado conocimiento oficial, que refleja la ideología que se pretende introducir en la sociedad, se promueve mediante el diseño cuidadoso de modelos educativos que aparentan ser espacios "democráticos", pero en realidad se generan sin una participación efectiva que se traduce, por ejemplo, en los libros de texto, los cuales, en México, son gratuitos y reflejan la "preocupación del Estado para que los niños tengan una educación de calidad independientemente del estrato social al que pertenezcan", pero que facilitan la introducción del discurso del Estado (Apple, 1996).

En el conocimiento oficial está el interés prioritario de "formar" a los docentes en una cultura informática, que no sólo proporcione habilidades para desempeñarse en ella, sino que la asimile y la asuma como tal; es decir, que los individuos se sientan pertenecientes a ella, de modo que se integren a una sociedad internacional donde el consumo es la prioridad y donde el usuario –docentes, alumnos, etc.–­ , vive bombardeado constantemente por anuncios no sólo televisivos, sino también de Internet y todas sus herramientas de comunicación. Pero

… ¿cómo se desarrolla un sentimiento auténtico de pertenencia a un nivel social, sea grande o pequeño? Sólo parece existir un método y es pensar, sentir y actuar con el grupo como parte de él cuando éste realiza sus actividades y se esfuerza por alcanzar sus fines… (Apple, 1986, p. 95).

La respuesta se encuentra en lo alto del sistema educativo, mediante nuevos modelos curriculares y las prácticas docentes que de ellos se deriven; así como el equipamiento en las instituciones educativas, es decir, que se promueva la utilización de la computadora, de Internet y sus herramientas de comunicación, bajo la entidad de una cultura digital progresista que forme a los jóvenes en las habilidades necesarias y los guíe hacia un mundo de actualidad y globalidad, basada en esta forma de comunicación.

Resulta paradójico que precisamente en las instituciones de educación media superior y superior sea donde existe el espacio para que las personas adquieran un pensamiento libre, crítico y reflexivo; pues es ahí en donde más se ha incorporado el discurso del Estado, basado en el desarrollo de competencias, cuyas exigencias son el desarrollo de habilidades informáticas y el dominio del idioma inglés (Apple, 1986). Esto último se explica porque es en el idioma en el que están escritos más del 80% de los sitios Web, pero también para facilitar la difusión internacional de publicidad, a decir de Bajarlía y Spiegel (1997).

Por tal motivo, se considera al currículo como el primer elemento de dominación en el discurso pedagógico, pues la práctica desarrollada mediante éste establece las relaciones de poder, forma de vida y, en general, una forma de pensar, lo cual favorece la reproducción del discurso oficial. Un segundo elemento es propiamente la idea de formar en competencias, pues ésta se sostiene únicamente a partir del anterior (Bernstein, 1997).

DESARROLLO  


Características del modelo educativo de los institutos tecnológicos

En primer lugar, hay que aclarar que como modelo derivado de un sistema de educación público, éste se desprende del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, donde se establece lo siguiente:

Ampliar las oportunidades de acceso y permanencia de los jóvenes en el sistema educativo al incorporar las tecnologías de la información y comunicación, así como promover su inserción laboral a través del fomento de competencias y habilidades para el empleo, autoempleo y empleabilidad. (Gobierno Federal, 2007, p. 223).

Como puede apreciarse, están presentes los valores neoconservadores y el interés evidente por las TIC, al referirse a la trascendencia no sólo de la ciencia y la tecnología, sino más bien de su uso, así como el énfasis en lo laboral.

En concordancia con esta idea, desde el Programa Nacional de Educación 2001-2006, ya se buscaba:

Impulsar la consolidación de un sistema educativo nacional que se apoye en la ciencia y la tecnología para ofrecer una educación de calidad y diversificada que fortalezca la capacidad individual al proveer a los estudiantes de conocimientos sólidos, pertinentes y de avanzada y asegurar que posean las destrezas y habilidades que se requieren en el mundo contemporáneo. (Gobierno Federal, 2001, p. 87).

Del mismo modo, el Programa sectorial 2007-2012 plantea "impulsar el desarrollo y utilización de tecnologías de la información y la comunicación en el sistema educativo para apoyar el aprendizaje de los estudiantes, ampliar sus competencias para la vida y favorecer su inserción en la sociedad del conocimiento." (Gobierno Federal, 2007b, p. 11).

Queda de manifiesto, entonces, la ya mencionada preocupación por formar para el mundo de hoy, pero la sola incorporación de las TIC no mejora la calidad educativa. La visión gubernamental es que lo global, neoliberal y comunicado mediante las TIC, en especial Internet, nos pone en la vía del progreso. En cuanto a la ciencia y la tecnología, el SNEST las aborda como su preocupación máxima dado que se trata de un sistema de educación ocupado en el uso de la tecnología, más que en la construcción en tecnología de vanguardia.

Finalmente, el Modelo Educativo para el Siglo XXI de los institutos tecnológicos hace explícito su interés en una formación para el trabajo y una formación humana. Empero, en la siguiente cita, podemos apreciar cómo se perfila al profesionista bajo la concepción de una formación fundamentalmente utilitaria, es decir, reduciendo el concepto de educación a criterios de "eficiencia" y "eficacia".

La educación que se imparte en el SNEST tiene como fundamento una filosofía en la que el ser humano constituye el eje central. Por esta razón todos los procesos formativos y organizativos giran en torno a él, con el fin de aportar a la sociedad un profesionista en plenitud de sus facultades intelectuales, físicas y culturales y con un acervo de valores que le permitan incidir de manera eficiente y eficaz, en el desarrollo de la comunidad en la que ejerce su profesión. (SNEST, 2004, p. 19).

Si bien es cierto que el planteamiento neoconservador promueve el regreso a las doctrinas religiosas, esto no puede darse de forma evidente dado que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece una educación pública laica. El nuevo modelo educativo plantea valores que le son compatibles, tales como: fortalecer en el estudiante el respeto a la dignidad de la persona y la familia, el entendimiento y la tolerancia como formas de convivencia, el nacionalismo y la solidaridad internacional.

En el marco del aprendizaje, el modelo se fundamenta en una perspectiva constructivista basada en los principios de aprendizaje significativo de Ausubel, de la teoría de equilibración de Piaget y de aprendizaje social de Vygotski; se combina con el interés de crear ambientes de aprendizaje, dentro y fuera de la institución, fomenta el trabajo colaborativo y el desarrollo de competencias comunicativas, elementos que se encuentran en la educación a distancia, en particular cuando es vía Internet, de modo que son estas habilidades las de mayor interés en la concepción oficial.

Como puede apreciarse, se trata de un modelo basado en un sistema centralizado y por ende donde el Estado es quien regula la educación, determina los contenidos, la forma de enseñar y toma la decisión final sobre los cambios del currículo. El control que ejerce en el docente se encuentra en los mecanismos de evaluación periódica y final que utiliza

La formación docente y su relación con el modelo educativo   

Ante la perspectiva metacurricular de tipo técnica (ya mencionada), hay que considerar el riesgo de que un docente ejerza su función como un oficio, lo que representa poco nivel de responsabilidad, limitándose a cumplir puntualmente con su programa de actividades previamente diseñado por expertos. Existe otra posición que aboga por la profesionalización en donde el papel educativo realmente está en manos del profesor, por lo que además de conceptos pedagógicos y técnicas didácticas debe cargar con la responsabilidad de la educación de sus alumnos, así como de su propia actualización (Paquay et al, 2005).

Desafortunadamente, ambas posturas parecen estarse combinando de manera negativa para el docente, quien sin contar con la libertad de decisión, sí carga con la responsabilidad de los resultados; lo cual es difícil de medir, pues no se puede conocer el grado de impacto de un docente en un grupo de estudiantes que tiene seis profesores por semestre. De hecho, pese a los informes de la OCDE acerca del nivel de conocimientos que en promedio los jóvenes mexicanos poseen al terminar un nivel e ingresar al siguiente (4 en escala de 0 a 10), se tiende a culpar a los docentes del nivel superior por la reprobación de sus estudiantes.

Esto obliga a los docentes a capacitarse para desarrollar las habilidades que el modelo curricular les exige, que en el caso de ciencias básicas y matemáticas, debieran ser: a) aptitud para razonar mediante análisis, síntesis, especialización y generalización; b) sentido matemático, utilizando metodología clara, planteamiento de problemas, encontrar el lugar de las matemáticas en otros dominios y en la historia; y c) actitud de curiosidad e iniciativa, propiciando el entusiasmo por saber, independencia de pensamiento y acción (Postic, 1996).

Cabe recordar que el valor de la formación docente no sólo estriba en contar con profesores mejor calificados para la educación de nuestros jóvenes, sino que es un mecanismo excelente para promover un discurso en el sistema educativo, incluso más que con la introducción de libros de texto, pues influye en su práctica y en su conciencia, de modo que se convierta en agente reproductor del mismo (Bernstein, 1997).

Internet ¿una ideología globalizante?   

Existen dos posiciones encontradas respecto al aprovechamiento de las TIC. La primera, sugiere que ante la posibilidad de acceder a valores culturales (y de comunicación) de todo el mundo, así como a información actualizada, es posible enriquecer el pensamiento y formar a los seres humanos para el contexto actual. La segunda, se plantea como una paradoja, pues ante el exceso de información no es humanamente posible generar las estructuras mentales para comprender el entorno que, además, es dinámico con nuevos desarrollos; esto lleva a una posición de "ignorancia" donde las personas al no alcanzar a comprender lo que se les muestra por medios de comunicación masiva, se ven fácilmente manipulados, aceptando como verdades aquello que se les dice, sin la reflexión suficiente (Pérez Gómez, 1998).

Luego entonces, la educación basada en Internet abre la posibilidad de que los profesores en formación, al igual que los estudiantes, caigan en la seducción de las imágenes obviando el contenido sin una actitud reflexiva hacia el mismo, efecto que es común en los medios de comunicación masiva, que priorizan las imágenes y las muestran como hechos contundentes e incontrovertibles; esta falta de reflexión puede llevar a considerar que todo aquello que está en la red es cierto, verdadero y correcto (Pérez Gómez, 1998).

Así, una educación virtual dirigida a docentes, podría tener la intención de "formarlos" en habilidades informáticas para que las fomenten en sus alumnos, como exigencias del mercado de trabajo; por lo tanto, no es una alternativa elegida sólo por su costo, como dice el Estado, sino que tiene un trasfondo neoliberal en el que promueve la idea de igualdad tendiente a una cultura homogénea (Apple, 2002; Bernstein, 1997).

Conforme el planteamiento anterior, el fomento del uso de Internet favorece a la globalización, pero tiene el grave peligro de abrir la brecha entre los que tienen y los que no, dado que pocos son los que cuentan con computadoras o con el servicio de Internet; además, las páginas de sitios cuya información es verdaderamente valiosa, suelen tener un costo, que no todos están en posibilidad de pagar (Bajarlía y Spiegel, 1997).

Desde una justificación constructivista, se podría decir que en la educación a distancia (virtual) los docentes están interactuando con otros profesores, de modo que la estrategia de aprendizaje colaborativo favorece el desarrollo de éste, así como la formación de juicio crítico. Sin embargo, lo cierto es que interactúan con la tecnología y se convierten en usuarios consumidores de ésta, sin cuestionarla o asimilarla de manera crítica.

El control de la ideología en un sistema hegemónico   

Es importante considerar que el control ideológico parte de un control simbólico, que traduce las relaciones de poder a discurso y el discurso a relaciones de poder; esto es, se estructura un juego en el que se establece quién es el líder y quién es el seguidor, así como las funciones de cada uno y luego se justifica de modo que todos lo terminan aceptando, pues forma parte de la conciencia (Bernstein, 1997).

Al preparar a los docentes en la modalidad a distancia, están listos para ser agentes del control simbólico, como reproductores del discurso neoliberal en el que el mundo es intensamente competitivo desde el punto de vista económico y a los estudiantes se les deben proporcionar las aptitudes y las actitudes necesarias para competir con eficacia. (Apple, 2002).

Finalmente, ante la tardía reacción del sector educativo público para responder a los problemas y demandas sociales, la corriente neoconservadora ha podido vender primeramente el discurso de que lo privado es mejor, pero además, dado el éxito en el mercado de trabajo de este último (por la hegemonía de dicho discurso) y ante la presión social que reclama oportunidades educativas, el Estado justifica que la respuesta de la educación pública sea semejante a la privada: integrarse al medio empresarial como proveedor de empleados calificados.

En cuanto a los posibles empleos que pueden abrirse, no son tantos -ni el fin es digno- como para orientar la educación a las necesidades de las empresas reduciéndola a capacitación para el trabajo. En realidad, esto sólo propiciará mayor competencia en el mercado de trabajo, abriendo la posibilidad de que las empresas sean más selectivas, pagando menores salarios, así como el consecuente incremento en el subempleo y desempleo, al no poder colocarse en las posiciones o niveles para los que fueron formados.

DISCUSIóN  

El pacto que han encontrado los neoliberales y los neoconservadores les ha llevado a un discurso hegemónico no sólo en México, sino que se está difundiendo con éxito en gran parte del mundo. Su preocupación por orientar sus esfuerzos hacia el mercado internacional y de manejar criterios de calidad, ha llevado a la educación a perder sus fines, lo que puede repensarse desde el interior de las instituciones de educación superior, en tanto los docentes y sus directivos sean conscientes de las decisiones y prácticas que realizan, así como de sus efectos. Debe evitarse el pensamiento del obrero que marca tarjeta para entrar al trabajo, ejecuta mecánicamente su tarea y marca su salida, quizá listo para el día siguiente, como si el trabajo fuese su fin en la vida y no un medio para su realización personal.

Sin pretender encontrar maldad en las TIC, en particular en Internet, es conveniente reflexionar que el pensamiento autónomo requiere de contraste y debates fundamentados entre el pensamiento propio y el de los demás, además de la reflexión de las ideas y propósitos con base en la experiencia. Lo que de ninguna manera es justificable es argumentar que debe hacerse algo porque es una tendencia, ese es el pensamiento del seguidor que prefiere que piensen por él, lo que no tiene cabida en formadores de seres humanos ¿qué ejemplo darían?
Tal parece que los directivos y docentes de las instituciones educativas se preocupan tanto por teorías sobre cómo enseñar o aprender y de los contenidos, que descuidan el porqué y el para qué de la educación que brindan, cayendo en la trampa neoconservadora y neoliberal, en donde se prioriza la capacitación para el trabajo, la competencia y el concepto de éxito basado en el dinero, de modo que se legitima el discurso globalizador basado en el consumismo.

Por ejemplo, existe una contradicción entre la tendencia a acreditar profesores mediante estándares internacionales, donde se les exige que realicen investigación, pero aunque en el papel tienen tiempo asignado a la investigación, deben realizar trabajo administrativo, de modo que el tiempo libre es aquel que tienen una vez que han llegado a su casa.

Por tanto, podría generalizarse una situación de "simulación" en la que los docentes realicen trabajos documentales y los presenten como reportes de investigación, sin utilidad alguna; y que los trabajos que lleguen a ser publicados no cumplan ni siquiera con los criterios mínimos de un escrito serio.

REFERENCIAS  

Apple, M. W. (1986). Ideología y currículo. España: AKAL/ Universitaria

–– (1996). El conocimiento oficial. La educación democrática en una era conservadora. Barcelona: Paidós

–– (1997). Maestros y textos. Una economía política de las relaciones de clase y de sexo en educación. Barcelona: Paidós

–– (2001). Política cultural y educación. Madrid: Morata

–– (2002). Educar "como dios manda". Mercados, niveles, religión y desigualdad. Barcelona: Paidós

Bajarlía, G. y Spiegel, A. (1997). Docentes us@ndo Internet. Buenos Aires: Ediciones Novedades Educativas.

Bernstein, B. (1997). La estructura del discurso pedagógico. Madrid: Morata.

Carr, D. (2005). El sentido de la educación. Una introducción a la filosofía y a la teoría de la educación y de la enseñanza. Barcelona: GRAó

Gobierno Federal. (2001). Programa Nacional de Educación 2001-2006. México: Secretaría de Educación Pública. http://www.sep.gob.mx/wb2 Fecha de consulta: 7 de junio de 2006.

–– (2007a). Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012. México: Presidencia de la República.

–– (2007b). Programa Sectorial de Educación 2007-2012. México: Secretaría de Educación Pública. http://www.sep.gob.mx/wb/sep1/programa_sectorial Fecha de consulta: 20 de marzo de 2009.

Paquay, L.; Altet, M.; Charlier, E. y Perrenoud, P. (2005). La formación profesional del maestro. Estrategias y competencias. México: Fondo de Cultura Económica.

Pérez Gómez, A. I. (1998). La cultura escolar en la sociedad neoliberal. Madrid: Morata

Postic, M. (1996). Observación y formación de los profesores. Madrid: Morata

Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica - SNEST. (2004). Modelo Educativo para el Siglo XXI. México: Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica.

 

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Apertura vol. 16, núm. 1, abril - septiembre 2024, es una revista científica especializada en innovación educativa en ambientes virtuales que se publica de manera semestral por la Universidad de Guadalajara, a través de la Coordinación de Recursos Informativos del Sistema de Universidad Virtual. Oficinas en Av. La Paz 2453, colonia Arcos Sur, CP 44140, Guadalajara, Jalisco, México. Tel.: 3268-8888, ext. 18775, www.udgvirtual.udg.mx/apertura, apertura@udgvirtual.udg.mx. Editor responsable: Alicia Zúñiga Llamas. Número de la Reserva de Derechos al Uso Exclusivo del Título de la versión electrónica: 04-2009-080712102200-203, e-ISSN: 2007-1094; número de la Reserva de Derechos al Uso Exclusivo del Título de la versión impresa: 04-2009-121512273300-102, ISSN: 1665-6180, otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Número de Licitud de Título: 13449 y número de Licitud de contenido: 11022 de la versión impresa, ambos otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Responsable de la última actualización de este número: Sergio Alberto Mendoza Hernández. Fecha de última actualización: 22 de marzo de 2024.