Apertura. Revista de innovación educativa‏
Apertura 17

Diseño instruccional en la educación a distancia: la importancia y contribución del tecnopedagogo

Elizabeth Nanllely Vázquez Mejía

Sixto Vite Cisneros

Salvador Contreras Hernández

Universidad Politécnica del Valle de México

 

RESUMEN

Las nuevas tecnologías de la información y comunicaciones provocan cambios en las maneras y los medios para educar. Se conciben nuevas formas de planificar, ejecutar, evaluar y retroalimentar el aprendizaje. Todo este bagaje de posibilidades de enseñar y aprender a distancia ha generado conceptos y modalidades como el e-learning, b-learning, m-learning, u-learning y s-learning, grandes oportunidades para la gestión del conocimiento. A través de la tecnopedagogía se le da a los contenidos y a los diversos medios tecnológicos y de telecomunicaciones el justo valor educativo. La figura del tecnopedagogo resulta importante e imprescindible, pues tiene a su cargo el diseño instruccional, y en específico la creación de los guiones instruccionales tecnopedagógicos, en los que se aprovechan las nuevas tecnologías para el aprendizaje.

Palabras clave:

Educación a distancia, tecnopedagogía, tecnopedagogo, diseño instruccional, guiones instruccionales tecnopedagógicos.

 

INTRODUCCIÓN

Las nuevas tecnologías de la información y comunicaciones (NT) han influido en los procesos educativos. La educación se convierte en el principal agente de producción de saberes, de reflexión y crítica hacia los sistemas y modelos educativos actuales, lo que permite generar nuevos esquemas, enfoques y modelos evolucionistas de enseñar y aprender.

La escena tecnopedagógica surge en 1995 con la primera universidad virtual en México, dentro del Tecnológico de Monterrey (Lozano y Burgos, 2007). Esta área instituye metodologías efectivas que faciliten la incorporación progresiva de la tecnología en la enseñanza. Este nuevo escenario ha provocado cambios en el papel que juega la escuela y sus aulas, en los roles del docente y del alumno; modificaciones sobre el contexto, la mediación y las herramientas tecnológicas que favorecen los aprendizajes, además de considerar diversas maneras de trabajo individual, colaborativo e intersubjetivo.

Todo este bagaje de posibilidades de enseñar y aprender ha generado conceptos y modalidades que representan una oportunidad para las instituciones de educación superior (IES) y la gestión que realizan sobre el conocimiento.

Uno de esos conceptos es el de NT, que pueden ser definidas como el último conjunto de desarrollos tecnológicos, sus herramientas, aplicaciones, canales y soportes para el tratamiento y acceso a la información y la posibilidad de una comunicación en tiempo real y efectiva, con la característica de que siempre se encuentran en constante innovación (Castells et al., 1986; Gilbert et al., 1992; Cebrian, 1992). Con relación a las características más significativas de las NT, se destacan la inmaterialidad, la interactividad, la instantaneidad, la automatización, la interconexión, el uso de hipermedios, la calidad en cuanto a la imagen y sonido, la digitalización, la influencia sobre los procesos más que en la obtención de productos, el acceso a grandes cantidades de información en periodos cortos y la diversidad.

Mediante las NT, el usuario convierte datos en información; decide la secuencia que ésta tendrá, su cantidad, profundidad, el tipo de código que utilizará para establecer relaciones con la información, comunicarla con calidad, fiabilidad y con un desarrollo de nuevas extensiones de ésta para favorecer la globalidad, los marcos multiculturales y transculturales (Cabero, 1996).

Todo ello requiere una guía puntual para gestionar el conocimiento, intervenir en los procesos de enseñanza-aprendizaje-evaluación de la educación a distancia y provocar un aprendizaje significativo. Es precisamente en la parte de la gestión del conocimiento a distancia que surgen las modalidades sobre el aprendizaje que Holmes y Gardner (2006), Bonk y Graham (2005), Moreno (2012), Gimeno (2004) y Santamaría (2009), respectivamente, describen como:

  • E- learning: aprendizaje a través de medios electrónicos.
  • B-learning (blended learning): modalidad mixta o semipresencial de estudios que incluye tanto al e-learning como formación presencial.
  • M-learning: aprendizaje a través de tecnología móvil.
  • U-learning: aprendizaje por medio de la tecnología digital dominada por la computación ubicua, conocida también como inteligencia ambiental.
  • S-learning: aprendizaje por medio de las redes sociales y comunidades virtuales.

El uso de las NT en combinación con modelos educativos, como el de la educación basada en competencias (EBC), impone a las IES el reto de, primeramente, conocer las características y potencialidades de los recursos en cuanto a telecomunicaciones y las herramientas tecnológicas de vanguardia, existentes en el mercado, y después realizar el análisis psicológico, pedagógico y andragógico (educación permanente para el adulto que se basa en principios de participación, horizontalidad y autorrealización, tal como lo indica Lozano y Burgos, 2007) que coadyuve a gestar, mejorar, ejecutar y evaluar las nuevas formas de llevar a cabo los procesos educativos.

Es necesario volver la vista hacia el usuario de la tecnología educativa, llámese docente o alumno, y reconocer que detrás de cualquiera de ellos, que haya asumido la gestión del conocimiento, debe existir un fundamento psicopedaandragógico, con el objetivo de integrar las NT con la EBC para ofrecer un currículo a distancia (con su respectivo perfil profesional, plan de estudios y programas educativos), que en México recae en la modalidad de educación no escolarizada (SE-ESAD, 2009).

Si se quiere integrar a las NT dentro de un modelo educativo de EBC, es necesaria una figura cuyo objetivo sea la consultoría en el diseño y la estructura de los procesos y las actividades que se llevarán a cabo para conseguir los objetivos de aprendizaje propuestos, de tal manera que se facilite, tanto para el docente como para el alumno, la integración de la información, el uso de las herramientas tecnológicas y de recursos en cuanto a telecomunicaciones, a fin de sacarles el mayor provecho posible en aras de la educación a distancia. Dicha figura ha tomado el nombre de tecnopedagogo, un profesional de la tecnología con conocimiento amplio sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje-evaluación, o un profesional pedagogo con amplios conocimientos sobre NT; así, ambos perfiles conocen a la perfección el modo en que los contenidos adquieren un formato didáctico adecuado para ser presentados en diferentes tipos de plataformas, programas, sistemas o redes sociales de aprendizaje.

En la revista española La Razón (2000) se destaca la necesidad de institucionalizar la figura del tecnopedagogo, un profesional capaz de combinar los conocimientos tecnológicos y didácticos. Vale la pena resaltar la palabra "profesional", debido a que no se trata de que cualquier persona que use las NT de forma hábil (llámese docente o alumno) se vuelve un tecnopedagogo. Tampoco se trata de que las escuelas impartan cursos a su personal docente sobre cómo las NT influyen en la educación, de tal manera que se instruyan tecnodocentes (Amar, 2004) o tecnoalumnos, quienes sólo dominan las herramientas, los programas, las plataformas y utilizan los recursos de internet para impartir mejor sus clases, pero carecen de la experiencia adquirida en la producción de material digital y multimedia. No se puede hablar de que una persona es tecnopedagogo hasta que ha creado programas de educación a distancia, porque, de otro modo, se carece de la formación en las competencias para alcanzar y mantener un nivel idóneo de motivación y facilidad en la gestión del conocimiento.

 

LA IMPORTANCIA DEL TECNOPEDAGOGO EN LA EDUCACIÓN A DISTANCIA

Se plantea la figura del tecnopedagogo como parte fundamental del modelo pedagógico de la educación a distancia. Este profesional tiene la misión de realizar aportes en cuanto a la mejora de los ambientes de aprendizaje, y hacerlos más lúdicos y autónomos, al sugerir diversas opciones virtuales agradables, atractivas, novedosas, que invitan tanto el docente como el estudiante a interactuar con todos los medios tecnológicos que se ponen a su alcance.

El tecnopedagogo tiene una visión para plantear diversas formas de interactividad, entendida como la relación contingente e inmediata entre El tecnopedagogo tiene una visión para plantear diversas formas de interactividad, entendida como la relación contingente e inmediata entre la información y sus propias acciones de búsqueda y procesamiento. 110 Año 12 – Núm. 17 (nueva época) – Octubre 2012 – ISSN 1665-6180 la información y sus propias acciones de búsqueda y procesamiento (Revuelta y Pérez, 2009), de mediación (Coll, Onrubia y Mauri, 2007), de colaboración e intersubjetividad (Leiva, 2012), de plantear nuevas maneras para llegar al aprendizaje por medio de un lenguaje común y posible entre las IES que manejan un modelo de EBC y plasman sus currículos dentro de una modalidad a distancia.

Así, el perfil del tecnopedagogo tiene como objetivo primordial asesorar en el diseño, desarrollo, producción, implementación y evaluación de todos los materiales didácticos que pertenezcan a un currículo de educación a distancia. En educación a distancia, la pedagogía se vincula al diseño de materiales adecuados y correspondientes a los procesos cognitivos que propician el aprendizaje a través de un lenguaje adecuado y el planteamiento de una didáctica específica, que considere la virtualización y digitalización de contenidos; la multimedia e hipermedia; la interactividad e intersubjetividad, la autogestión del conocimiento y la vinculación con otros procesos, como los de asesoría y tutoría. El perfil profesional del tecnopedagogo se describe en la tabla 1.

Tabla 1. Elementos del perfil profesional del tecnopedagogo.

 

Entre las tareas encomendadas al tecnopedagogo se encuentra la de asesorar en el diseño y la realización de programas educativos considerando las NT para la educación a distancia, al plasmar sus planeaciones en guiones instruccionales tecnopedagógicos de contenidos educativos. Para elaborarlos, debe localizar, analizar y gestionar información y documentación que contribuya a la gestión del conocimiento y dar a los contenidos y a los diversos medios el justo valor educativo. Esta figura tiene el cuidado sobre la elaboración correcta de los materiales didácticos, la manera en que se organiza la información, que se establece la comunicación entre docente y alumno, así como la forma en que se organiza la administración académica.

Con base en la experiencia que ha tenido la Universidad Politécnica del Valle de México como célula de producción, desde abril de 2011, y luego como centro de producción de material digital y multimedia, desde septiembre de 2012, y en trabajo conjunto con la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), dependiente de la SEP, al haber elaborado el diseño instruccional y llevado a la producción el material didáctico para siete materias pertenecientes a la licenciatura en Matemáticas que ofrece, se puede postular que el tecnopedagogo debe tener un reconocimiento como el profesional que diseña las formas y los modos correctos para que los contenidos colocados en una plataforma de educación a distancia sean más que reproducciones digitales de contenidos "planos" y se conviertan en una parte esencial del proceso que pone en línea cualquier tipo de contenido que pretenda gestionar conocimiento. Por lo tanto, tiene un papel innegable e imprescindible dentro de cualquier formato de e-learning, blearning, m-learning, u-learning y s-learning.

El tecnopedagogo, como parte de sus tareas, tiene que buscar que tanto el docente como el alumno obtengan el máximo provecho de las NT a través de todas y cada una de las actividades propuestas en una plataforma de educación. Esto se logra con buenas prácticas, que deben incluir procedimientos y diversos formatos para el diseño instruccional y para el trabajo dentro de la producción de contenidos que le ayudan a planear, estructurar, organizar, implantar y evaluar los contenidos conforme a los objetivos de aprendizaje esperados y que se colocan en las plataformas educativas para facilitar la gestión del conocimiento, motivar la interactividad, provocar que el docente trascienda su rol de instructor para erigirse como facilitador del aprendizaje (escucha atenta y constante comunicación), que se presente la intersubjetividad (aprendizaje de y para el grupo), la retroalimentación y la metacognición del estudiante.

El tecnopedagogo debe encontrar las mejores prácticas para combinar contenidos, procesos, productos, habilidades, medios, etcétera, para que realmente las NT tengan su valor como mediadoras del aprendizaje significativo de docentes y alumnos. Requiere reflexión sobre las condiciones y los medios que mejor pueden contribuir al proceso de construcción de significados, de atribución de sentido sobre los contenidos y de cada una de las actividades de aprendizaje propuestas; es decir, debe saber la forma y el modo en que la información se convierta en aprendizaje a través de las posibilidades que ofrecen las NT. Tal como lo menciona Coll (2004), debe buscar que la información dé lugar al aprendizaje, al actuar sobre de ella, procesarla, organizarla, y que los usuarios se la apropien, la utilicen, la confronten. En pocas palabras, lograr que tanto docente como estudiante le otorguen un significado y un sentido a la información presentada en la plataforma educativa.

Así, el papel del tecnopedagogo implica poner atención a las características del contenido, las herramientas, los instrumentos, el nivel de interactividad, los procesos comunicativos, las propiedades del entorno simbólico y semiótico de la información presentada en la plataforma educativa para dar acceso al aprendizaje conjunto del docente y el estudiante. También, debe poner atención al proceso de adaptación y progresión de los aprendizajes, el nivel de protagonismo del docente, del alumno y el grupo, los diversos estilos de aprender, así como la motivación intrínseca y extrínseca que se tiene bajo una modalidad a distancia (necesidades a cubrir).

 

DISEÑO INSTRUCCIONAL, UNA DE LAS PRINCIPALES LABORES DEL TECNOPEDAGOGO

El diseño instruccional supone el conocimiento de diversas estrategias didácticas que, combinadas con el uso de las NT, llevan al planteamiento de retos intelectuales para los estudiantes. Esto lo logra con metodologías específicas, como el aprendizaje basado en problemas, conocido como ABP (Escribano y Del Valle, 2008), y también mediante recursos, como los simuladores y modeladores, y medios, como las redes sociales y comunidades virtuales. Lo importante es que el diseño instruccional sea lo suficientemente claro y preciso, que describa el curso, los objetivos de aprendizaje, el temario, la metodología específica de cada estrategia de aprendizaje, indique las responsabilidades tanto del docente como de cada alumno y, por supuesto, el sistema de evaluación, autoevaluación y metacognición.

El tecnopedagogo propone la concreción del diseño instruccional dentro de plataformas educativas como Moodle (Sánchez, 2011), en redes sociales como Mahara (Murphy, 2011) o en aplicaciones para móviles como Android (Linux for you, 2008). En el diseño instruccional se bosquejan los encuentros entre el docente, el alumno y el conocimiento al considerar a las NT como mediadoras de los procesos de enseñanza, aprendizaje y evaluación, en lo individual y colectivo. Muestra una serie de recursos tecnológicos y didácticos para poder representar y transmitir la información que, a través de una organización y estructura, se convierte no en el fin, sino sólo en el inicio del proceso de aprendizaje. Mediante los diseños instruccionales, el tecnopedagogo expresa la forma exacta en que se pueden representar los contenidos, su forma de representación, comunicación e integración del aprendizaje del estudiante, de acuerdo con las diferentes opciones en que se puede presentar, según las diferentes modalidades de aprendizaje: a distancia, móvil, entre otras.

Con base en la experiencia que los autores del presente artículo han tenido como tecnopedagogos en el proyecto de la UNAD en la Universidad Politécnica del Valle de México y como parte del diseño instruccional que se realiza actualmente en la maestría en Tecnologías de la Información y Comunicaciones, dependiente de la División de Ingeniería de dicha universidad, se puede decir que el papel del tecnopedagogo es fundamental e indispensable en los proyectos de colocar currículos en una modalidad de educación a distancia.

La importancia del tecnopedagogo como el profesional que interviene en el diseño instruccional, junto con el experto en contenidos, implica considerar aquellos que son susceptibles de colocarlos en un formato digital y verificar los resultados en un producto terminado dentro de la plataforma educativa. Así, el tecnopedagogo es el profesional que, junto con el experto en contenidos, se encarga de la planificación y el desarrollo de los procesos de enseñanza-aprendizaje-evaluación en entornos basados en NT al generar lo que en la Universidad Politécnica del Valle de México se ha denominado "Guiones instruccionales tecnopedagógicos", que son documentos que describen de manera puntual la forma en que se presentan los contenidos, se establecen los formatos y se plantean las instrucciones precisas para colocar a distancia la información que se encontraba en un texto plano dentro de un manual o libro de asignatura que el experto ha elaborado con base en los contenidos que marca el plan de estudios y los programas educativos provenientes de la Red de Universidades Politécnicas.

El tecnopedagogo, en colaboración constante con el experto en contenidos, procede a definir las ideas centrales del contenido que se van a presentar en un formato digital. En seguida, analiza los recursos tecnológicos y decide la pertinencia de ajustar la información a alguno de ellos. Posteriormente, define, con instrucciones muy claras y precisas, la forma en que el tecnólogo hará la digitalización, la virtualización. Por último, precisa el rol que llevará tanto el docente como el alumno y la forma en que se comunicarán, cómo se efectuará la interacción y la forma de retroalimentar al alumno. Un guión instruccional tecnopedagógico contiene los siguientes elementos:

  • Ficha técnica de la asignatura. Es una tabla que incluye los datos de identificación del contenido del guión; por ejemplo, se incluye el nombre del programa educativo, la asignatura, el grado, la unidad…
  • Tabla concentradora de contenidos. Indica el número consecutivo de las pantallas y los ejes temáticos de la asignatura con la representación del contenido en cada una de ellas.
  • Mapa de contenidos. Es una tabla extensa en la que se vierten todos los detalles para que la producción de las materias sea más sencilla, y se especifica lo que se debe realizar en cada apartado del árbol de contenido con base en el temario de la asignatura y el manual o libro de contenidos. En la primera columna se indica el número de pantalla para que el integrador pueda identificar los contenidos que serán colocados en cada plantilla. La segunda columna señala la estructura del curso o el nombre que llevará para que sea fácilmente identificable el material de diseño gráfico, de audio y video, de objetos de aprendizaje, ligas, accesibles y descargables que corresponde a cada nomenclatura del árbol. La tercera columna muestra los contenidos de cada pantalla en una imagen aproximada de lo que verá el usuario y que el integrador pueda darse una idea de la estructura propuesta. La última columna precisa las instrucciones para cada miembro de la producción (según sus roles como diseñador gráfico, integrador, programador, editor de audio y video) y los recursos sugeridos para facilitar el aprendizaje. En esta columna también se establecen los hipervínculos con los objetos de aprendizaje; en ella se integran todas las especificaciones para su desarrollo en digital, hacia los descargables y accesibles.

 

CONCLUSIONES

La experiencia generada en la Universidad Politécnica del Valle de México, al ser, primeramente, una célula de producción de material digital y multimedia y, luego, en el presente año como un centro de producción que trabaja para la UNAD y que se encuentra en proceso de colocar el currículo de la maestría en Tecnologías de la Información y Comunicaciones para ofrecerse en un modelo a distancia, permite reconocer al tecnopedagogo como una figura importante e imprescindible en el diseño instruccional y en la elaboración y producción de materiales, así como para plantear nuevos ambientes de aprendizaje para la educación a distancia y generar mejores prácticas para la gestión del conocimiento.

Es necesario subrayar el papel, el perfil y las tareas que el tecnopedagogo desarrolla dentro del diseño instruccional y la producción de contenidos digitales y multimedia, ya que, en una época en la que se intenta dar cobertura a todos los alumnos fuera de las oportunidades que brinda el sistema presencial de educación, es necesario que el tecnopedagogo, junto con el experto en contenidos y los tecnólogos encargados de la producción, contribuya a establecer las mejores prácticas para incrementar el significado y sentido de cada actividad de aprendizaje a colocar en las modalidades de e-learning, b-learning, mlearning, u-learning y s-learning.

Hay que aclarar que un tecnopedagogo no se limita al desarrollo instruccional o como miembro de la producción digital y multimedia; también puede asesorar a los docentes en cuanto al uso de NT como herramientas para potenciar el aprendizaje y promover la efectividad de los procesos enseñanzaaprendizaje- evaluación. Otra contribución se puede dar hacia el alumno en cuanto a consultoría, asesoría y tutoría cuando éstos pretenden usar las NT de la mejor manera posible para obtener aprendizaje de forma autogestiva.

El tecnopedagogo elabora los guiones instruccionales tecnopedagógicos de cada asignatura del currículo a colocar en la modalidad de educación a distancia. Es la persona indicada para dar las instrucciones precisas a los tecnólogos desarrolladores que se encargarán de colocar los contenidos de aprendizaje dentro de alguna plataforma educativa, con una organización y estructura precisa, adecuada, para facilitar al docente las actividades de evaluación y retroalimentación y, a su vez, que motive al alumno para continuar su aprendizaje.

La concepción y elaboración de los guiones instruccionales tecnopedagógicos es tan importante como su puesta en marcha por los tecnólogos, ya que en la educación a distancia, tanto la planeación como el diseño, tienen el mismo crédito que el desarrollo del programa que hará asequible los aprendizajes para el alumno. En la educación a distancia, la planeación basada en formatos preestablecidos y el diseño puntual de cada encuentro virtual se convierten en una guía obligada y necesaria para sacar provecho de las NT y para que docentes y alumnos logren los objetivos de aprendizaje de las asignaturas propuestas en esta modalidad.

 

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