Apertura / vol. 6,
núm. 2 / octubre, 2014 / ISSN:
2007-1094
Aspectos de posesión, permisos y usos educativos de dispositivos
portátiles durante el trayecto de primaria a universidad
Aspects of Ownership, Permits and Educational
Usage of Portable Devices from Elementary School to College
UABC
CICESE
RESUMEN
Se presentan los principales resultados de una investigación cuyo
propósito es explorar el nivel de posesión de teléfono celular de los estudiantes
de primaria, secundaria, preparatoria y universidad de la zona urbana de
Ensenada, México. Se analiza el contexto de permisos y prohibiciones del uso
del teléfono celular en las escuelas y en qué medida el docente implementa
estrategias pedagógicas para su uso. Se desarrolló y
aplicó una encuesta a 2 635 estudiantes de los cuatro niveles educativos
mencionados. La posesión de teléfono celular presenta una tendencia ascendente
según el nivel educativo. Mientras que en primaria el porcentaje de posesión
llega a 58%, en universidad alcanza 97%. Por su parte, la tableta encuentra su
máximo porcentaje de posesión (46%) en el nivel primaria. Llama la atención que
la edad en que el estudiante de primaria comienza a usar el teléfono celular es
a los 7.8 años. El teléfono celular se ubica en un contexto escolar de
prohibición en los niveles primaria y secundaria; sin embargo, en preparatoria
y universidad es incipiente su uso con propósito educativo. El potencial
pedagógico del teléfono celular es enorme, pero requiere una nueva visión del
proceso educativo.
Palabras clave:
Integración de
tecnología, uso educativo del teléfono celular, tendencias tecnológicas.
ABSTRACT
The aim of our research is to explore
the ownership distribution of mobile devices from elementary school, junior
high school, senior high school and university students from urban settings in
Ensenada, Mexico. We analyze the role of permits and restrictions regarding the
use of mobile devices in educational contexts and in what measure some
pedagogical strategies implemented by docents respond to such challenge. Our
survey included 2 635 students from the four educational levels of our study.
Ownership of mobile phones shows an upward trend related to educational levels.
While the ownership percentage in elementary school arrives at 58%, in
university reaches 97%. Regarding the use of tablets, we found that the
ownership level in elementary school reaches a maximum of 46%. It is noteworthy
that elementary school students start using the cell phone at the average age
of 7.8 years. We observed that it is at elementary school and junior high
school levels where students experience prohibition and restriction policies on
the use of mobile devices, however, in senior high school and college levels,
the use of mobile devices for educational use, though incipient, is becoming
more relevant. The pedagogical potential of mobile devices is important, but
requires of the implementation of a new vision and purpose of education
mediated with technology.
Keywords:
Technology integration, mobile phone educational
usages, educational trends.
INTRODUCCIÓN
La creciente
expansión a nivel internacional de las industrias de cómputo y de
telecomunicaciones propicia que la sociedad occidental –principalmente– tenga
acceso a una amplia gama de dispositivos portátiles como laptops, tabletas o
teléfonos celulares. El fenómeno es tal que, según algunos estudios, por
mencionar a Canalys Research (Cooper,
2012), en 2011 los teléfonos móviles fueron los dispositivos digitales de mayor
venta en el ámbito mundial, superando los equipos de cómputo y tabletas.
Este
panorama aporta elementos tecnológicos para configurar un nuevo perfil de la sociedad
occidental, donde un importante segmento de ella ya dispone o tiene acceso al
menos a un dispositivo portátil. Así, es frecuente encontrar personas que
cuentan con las tres pantallas portátiles: laptop, tableta y teléfono celular.
Según la
información presentada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI) de México, a propósito del Día Mundial de Internet (INEGI, 2013), el
segmento de la población con edades entre los seis y diecisiete años son
quienes cuentan con mayor porcentaje de acceso a internet, equipo de cómputo y
teléfono celular, y es precisamente este segmento poblacional el que, de
acuerdo con su edad, cursa estudios de primaria, secundaria o bachillerato.
Esta característica anticipa que un gran porcentaje de los estudiantes
dispongan de recursos tecnológicos suficientes para acceder a la red internet,
establecer comunicación entre ellos y ser parte de comunidades virtuales, entre
otros aspectos.
En este
contexto, resulta en particular interesante y de utilidad pedagógica
identificar el tipo de dispositivos portátiles que poseen los estudiantes, la
frecuencia con que los usan y las restricciones para su uso en los espacios
escolares. A partir de esta información, es posible explorar alternativas para
que tales dispositivos puedan funcionar como herramientas pedagógicas en
actividades educativas tanto formales como informales.
ANTECEDENTES
En
las últimas dos décadas, la sociedad occidental se ha visto afectada por una de
las revoluciones tecnológicas más importantes de la humanidad: el cómputo
ubicuo, la telefonía móvil y la red internet. Estas tecnologías han propiciado
el desarrollo de una amplia gama de dispositivos portátiles, entre los que
destacan el teléfono celular, tabletas y laptop, y cuya aceptación se debe, en
gran medida, a la amplia conectividad que presentan, a su capacidad para
ejecutar aplicaciones, a su facilidad de acceder a bancos de información y a
programas de redes sociales, por mencionar algunos aspectos.
Una
manera de referirse a esta gama de dispositivos y redes es mediante el uso del
acrónimo TIC o tecnologías de la información y la comunicación. Este término se
utiliza con frecuencia en los trabajos de investigación asociados a la
tecnología, e incluso es común escucharlo en el discurso de directivos de
dependencias gubernamentales responsables de los servicios educativos del país.
Parte del problema es que dicho acrónimo se interpreta de distintas maneras.
Para unos, TIC significa el uso de la computadora, de internet, tabletas,
teléfonos celulares, programas como PowerPoint, Excel, por mencionar algunas
interpretaciones. Por ello, es deseable que en toda investigación que involucre
la mediación tecnológica se especifique el tipo de tecnología o proceso que se
haya utilizado.
Para
Crovi et al. (2011), las TIC deben verse como un cambio cultural profundo en el
que los principales actores son los jóvenes y que, como comenta Tapscott
(2009), estas tecnologías influyen en la forma como la juventud piensa y se
comporta, pero también los jóvenes influyen y moldean a las TIC. Es una
relación de dos vías. Especial mención requiere internet, ya que, de acuerdo
con Tello (2007), dicha red consiste en una tecnoestructura cultural
comunicativa que permite la resignificación de las experiencias, el conocimiento
y las prácticas de interacción humana. Así, la dupla dispositivos portátiles e
internet son los mejores representantes de las TIC a las que se expone el
estudiante de nuestros tiempos.
La
importancia de las TIC en educación quedó de manifiesto en la relatoría
(Schalk, 2010) de la conferencia “El impacto de las TIC en educación”,
coordinada por la UNESCO. Se destaca la modificación radical de las relaciones
humanas como una consecuencia de las transformaciones tecnológicas de nuestros
tiempos. Es evidente que las nuevas generaciones son ya nativos digitales, que
muestran formas inéditas de comunicarse y de socializar; sin embargo, las
escuelas y sus prácticas siguen ancladas en el siglo XIX. Es una educación
vista como anacrónica por los niños, jóvenes y adultos actuales. A manera de
conclusión, se señala que el reto es determinar las mejores vías para lograr
que esta revolución digital se incorpore a las aulas escolares. Para ello, es
fundamental profundizar en las investigaciones, que permitan orientar los
esfuerzos institucionales y de todos los actores para dar ese salto cualitativo
que requiere el sistema educativo en esta segunda década del siglo XXI.
En
el mismo sentido, Aparici (2011) señala que la educación actual se lleva a cabo
mayormente con estrategias pedagógicas antiguas. Estudiantes y docentes siguen comunicándose
de forma mecánica y manual y son pocos quienes utilizan y producen recursos
informacionales digitales. No obstante, la creciente exposición a los
dispositivos portátiles e internet genera retos y conflictos.
Ahora, tenemos estudiantes que se han convertido en “expertos” en el uso de
tecnologías portátiles –laptops, tabletas, smartphones–, que disponen de internet ya sea en su casa o
en lugares públicos, y que fuera del aula ponen en práctica modelos basados en
la colaboración, la interacción, y que entran en contradicción con las
prácticas educativas tradicionales que aún se realizan en la mayor parte de las
escuelas. Aparici (2011) destaca que las políticas educativas –desde hace más
de treinta años– han estado priorizando la dotación de tecnología en los
centros educativos, pero cuestiona esta acción al señalar que de poco sirve
modernizar escuelas por esta vía si dicha tecnología se usa con base en una
vieja concepción pedagógica.
En
esta segunda década del siglo XXI, los estudiantes están expuestos a múltiples
tecnologías. Cada vez es más frecuente encontrar estudiantes que poseen un
teléfono celular y algún equipo de cómputo, y lo más probable es que dispongan
de internet en su casa. Para Artopoulos (2011), a la sociedad actual bien puede
denominársele la sociedad de las cuatro pantallas: cine, televisión,
computadora y teléfono celular, en gran medida por el impacto que cada una de
estas tecnologías ha tenido en el desarrollo personal de sus habitantes.
De
la amplia gama de dispositivos portátiles disponibles en el mercado, es el
teléfono celular el que mayor aceptación tiene entre los estudiantes; esto,
debido a lo reducido de su tamaño, su carácter personal, su uso espontáneo y,
en especial, la gran conectividad que presenta (Sharples, Taylor y Vavoula,
2007; Naismith et al., 2009). Estos atributos anticipan que este dispositivo
puede funcionar como una herramienta pedagógica importante para facilitar o
acelerar –en el mejor de los casos– los procesos de enseñanza-aprendizaje. Para
Cantillo, Roura y Sánchez (2012), el uso de dispositivos móviles en educación
es un elemento fundamental en la construcción de conocimiento, ya que se
incrementan las posibilidades de interactuar con los miembros del grupo; por lo
tanto, se difumina la barrera que separa a docentes y discentes. La tendencia
actual hacia el uso de dispositivos móviles en educación está enfocada a que,
en el futuro, cada vez más se utilicen estos aparatos en las aulas y en los
centros educativos y culturales.
Cada
vez más estudiantes mexicanos, desde el nivel primario hasta el universitario,
cuentan con algún teléfono celular en su bolsillo, según lo muestran las cifras
presentadas por el INEGI (2013). Esta condición les permite nuevas formas de
acceder a la información, de practicar la construcción colectiva del
conocimiento y de ser miembro de alguna comunidad virtual. Las aplicaciones de
redes sociales han modificado las formas de reunirse, hablar, estudiar, intercambiar
información, lograr acuerdos, por mencionar algunos casos. Esta situación ha
presionado a las instituciones educativas de México para reconsiderar la
importancia de la mediación tecnológica en el proceso educativo, así como la
promoción y el desarrollo de las habilidades digitales de los estudiantes.
Indudablemente que esto requerirá una revisión y reconstrucción de los
principios, metodologías, tecnologías, formación docente y, sobre todo, de un
nuevo enfoque pedagógico.
En este
contexto, algunas instituciones educativas mexicanas han realizado
investigaciones para explorar la magnitud del fenómeno tecnológico de los
teléfonos celulares y sus implicaciones pedagógicas. Se destacan los aportes de
Crovi, Garay, López y Portillo (2011)
para caracterizar al estudiante que ingresa a tres universidades públicas
mexicanas en cuanto al uso de recursos de telefonía móvil.
Por su parte, Aguilar-Barceló y Ramírez-Angulo (2007) señalan que el
nivel de penetración y gasto en tecnología de los estudiantes dependerá del
nivel de ingresos económicos y las habilidades tecnológicas que posea. En
la misma línea, el Instituto Tecnológico
de Monterrey ha coordinado algunas investigaciones para identificar los
componentes pedagógicos, tecnológicos y de contenidos necesarios para promover
el aprendizaje móvil en ambientes educativos (Ramírez, 2009) y el desarrollo de
habilidades cognitivas asistidas con dispositivos móviles (Ramos, Herrera y
Ramírez, 2010).
En el
caso de este artículo, el interés se centra en presentar los resultados
preliminares de una investigación que pretende explorar el nivel
de posesión de teléfono celular por parte de los estudiantes de los distintos
niveles educativos (primaria, secundaria, preparatoria y universidad) de la
zona urbana de Ensenada, Baja California, México. Se analiza el nivel de
permisos o prohibición de su uso en los espacios escolares y en qué medida el
docente implementa estrategias pedagógicas con mediación de teléfonos
celulares. Se espera que estos hallazgos permitan visualizar
el teléfono celular como una herramienta pedagógica importante y que contribuyan
a su adecuada inserción en el proceso educativo.
MÉTODO
Contexto
La
información que aquí se presenta son resultados parciales derivados de una
investigación con financiamiento obtenido de la convocatoria fondo mixto
SEP-IMJUVE 2012 Conacyt. El trabajo de campo se ubica en las escuelas
seleccionadas de los niveles primaria, secundaria, bachillerato y universidad
de la zona urbana de Ensenada, Baja California, y se realizó durante los meses
de septiembre a diciembre de 2013.
Selección de los participantes
Para
el ciclo escolar 2013-2014 se estimó[1]
una población estudiantil en Ensenada de 127 000 alumnos, distribuidos desde
primaria hasta licenciatura. De acuerdo con el algoritmo descrito en Cuesta y
Herrero (2010), se obtuvo un tamaño de muestra
de 2 356 alumnos (nivel de confianza 95%; intervalo de confianza 2%).
Se
eligieron al azar 38 escuelas de la zona urbana y periferia de la ciudad hasta
completar un mínimo de 600 estudiantes por cada nivel educativo. Un criterio
fue que los estudiantes estuvieran a la mitad de su trayecto escolar para cada
nivel educativo. Así, en primaria el interés se centró en estudiantes de tercer
grado, en secundaria de segundo año, en preparatoria de cuarto semestre y en
universidad se seleccionaron estudiantes de quinto y sexto semestre. Las
escuelas seleccionadas fueron tanto públicas como privadas. Si bien en este
artículo no se abordan las diferencias por tipo de escuela, la estrategia de
muestreo consideró este criterio para su posterior análisis. Finalmente, se
logró recuperar una muestra de 2 635 estudiantes.
Encuesta de posesión y uso de dispositivos portátiles
Este
instrumento pretendió obtener información de los estudiantes en cuanto a la
posesión y el uso de dispositivos portátiles, específicamente de computadora,
tableta y teléfono celular. La encuesta consistió de 32 reactivos organizados
en cinco dimensiones:
- Información general de los estudiantes. Se incluyeron las siguientes variables: nivel educativo, edad, género, escolaridad de padres y hermanos, y apoyo familiar en tareas escolares, entre otras.
- Información sobre dispositivos portátiles. Especialmente el tipo de equipo en posesión, acceso a internet, años de uso de teléfono celular, etcétera.
- Permiso/prohibición del teléfono celular en espacios escolares. Se recuperó información de la forma de adquirir el teléfono celular, si se lleva a la escuela, si se permite su empleo en ella y si el docente promueve su uso pedagógico.
- Usos educativos del celular. Los usos se clasificaron con base en un propósito de comunicación, de acceso a la información y de organización de actividades escolares.
- Limitaciones y bondades. Opinión de los estudiantes acerca de las principales ventajas y desventajas del teléfono celular en actividades educativas.
Para
propósitos de este artículo, sólo se consideraron 12 reactivos de la encuesta:
nivel educativo, edad, tipo de equipo, años de utilización, frecuencia de uso,
transporta teléfono celular a escuela, permiten uso del teléfono celular en
escuela, y cinco reactivos para determinar si el docente es promotor y usa la
mediación tecnológica en su didáctica.
Aplicación
y análisis
La
aplicación de las encuestas se realizó de septiembre a diciembre de 2013. Para cada
nivel educativo se ubicaron las escuelas seleccionadas. Posteriormente, se
estableció contacto con el director o coordinador académico para explicarle el
propósito de la investigación y acordar una fecha de intervención. De forma
grupal, se daban las instrucciones a los estudiantes para el llenado de la
encuesta. Las encuestas recuperadas fueron digitalizadas en formato del paquete
estadístico SPSS para su procesamiento. Los análisis estadísticos fueron para
la obtención de descriptivos básicos y graficado.
RESULTADOS
Descripción de los participantes
Tras
aplicar la estrategia de muestreo se logró recuperar la información de 2 635
encuestas en los cuatro niveles educativos considerados en la investigación,
según se muestra en la tabla 1. El total de encuestas aplicadas superó el nivel
mínimo requerido de 2 356, tamaño de muestra estimado según el algoritmo
descrito en Cuesta y Herrero (2010).
Tabla 1.
Distribución de participantes en el estudio.
|
Total |
|
n |
% |
|
Primaria |
622 |
23.6 |
Secundaria |
716 |
27.2 |
Preparatoria |
634 |
24.1 |
Universidad |
663 |
25.2 |
Total |
2 635 |
100 |
Fuente:
elaboración propia.
Nivel de posesión de teléfono celular
La
posesión de teléfono celular muestra una tendencia ascendente según el nivel educativo.
Se registra un porcentaje mínimo de posesión de 58% en primaria hasta alcanzar
97% en universidad (ver figura 1). La mayor diferencia porcentual (24%) se
ubica en primaria-secundaria.
Figura 1.
Porcentaje de posesión de teléfono celular según el nivel educativo.
Se
identifica en la figura 2 que la posesión de teléfono celular y computadora
convergen en el nivel de preparatoria y universidad y logran valores superiores
a 90%. Se destaca que en primaria se ubica el mayor porcentaje (46%) de posesión
de tabletas de todos los niveles educativos.
Figura 2.
Porcentaje de posesión de computadora, tableta y teléfono celular según el
nivel educativo.
Experiencia y frecuencia de uso del teléfono celular
La
tabla 2 da cuenta de los referentes en tiempo para el uso del teléfono celular.
Los valores medios para la edad de los estudiantes según su nivel educativo se
presentan en dicha tabla. Resalta la edad temprana en que los niños empiezan a
usar el teléfono celular, prácticamente desde segundo grado de primaria.
Tabla 2. Valores medios para edad actual, de inicio a usar teléfono celular y años de uso.
|
Edad actual en años
|
Años de Uso
|
Edad de inicio a usar
cel.
|
Primaria
|
9.7
|
1.9
|
7.8
|
Secundaria
|
13.3
|
2.6
|
10.7
|
Preparatoria
|
16.6
|
4.3
|
12.3
|
Universidad
|
23.3
|
7.6
|
15.7
|
Fuente: elaboración propia.
En
cuanto al uso diario del teléfono celular, la tabla 3 muestra que conforme se
incrementa el nivel educativo, la frecuencia de uso del teléfono celular
también aumenta. Las máximas frecuencias de uso se ubican en el nivel
universitario, en el cual uno de cada cinco estudiantes consulta más de sesenta
veces al día la pantalla de su teléfono celular.
Tabla 3.
Cantidad de uso diario del teléfono celular según el nivel educativo.
|
Cantidad de veces al día que utilizan el
teléfono celular |
||||
0 (%) |
1-20 (%) |
21-40 (%) |
41-60 (%) |
61+ (%) |
|
Primaria |
8.4 |
62.7 |
11.5 |
8.7 |
8.7 |
Secundaria |
4.8 |
48.6 |
19.2 |
11.2 |
16.2 |
Preparatoria |
4.3 |
40.1 |
22.8 |
15.5 |
17.3 |
Universidad |
0.4 |
36.5 |
24.3 |
16.7 |
22.1 |
Fuente: elaboración propia.
Permiso y prohibición del teléfono celular en espacios escolares
La
tabla 4 muestra qué tan frecuente lleva el estudiante su teléfono celular a la escuela.
Se presenta una tendencia a incrementar la cantidad de estudiantes que llevan
su teléfono celular a la escuela conforme crece el nivel educativo. Así, 96% de
los estudiantes universitarios refieren que “muchas veces/siempre” llevan dicho
dispositivo a la escuela. Por su parte, sólo 11% de los estudiantes de primaria
lo hacen.
Tabla 4. Frecuencia de llevar el teléfono celular a la
escuela según el nivel educativo
|
¿Llevas el
celular a la escuela? |
|||
Nunca (%) |
A veces (%) |
Muchas veces (%) |
Siempre (%) |
|
Primaria |
51.7 |
37.3 |
1.9 |
9.1 |
Secundaria |
30.1 |
36.9 |
6.5 |
26.5 |
Preparatoria |
3.0 |
15.3 |
7.2 |
74.4 |
Universidad |
0.2 |
4.4 |
3.0 |
92.5 |
Fuente: elaboración propia.
En
cuanto al permiso de usar el teléfono celular en el salón de clases,
prácticamente es un dispositivo prohibido. Sólo en el nivel universitario, a
18% le permiten usarlo entre “muchas veces/siempre” en el aula. Se destaca que,
en preparatoria, a 52% de los estudiantes “a veces” le permiten su uso (véase
tabla 5).
Tabla 5. Permisos de uso del teléfono celular en el
salón de clases.
|
¿Te permiten
usar el celular en el salón? |
|||
Nunca (%) |
A veces (%) |
Muchas veces (%) |
Siempre (%) |
|
Primaria |
84.8 |
14.4 |
0.0 |
0.8 |
Secundaria |
79.2 |
19.8 |
0.3 |
0.7 |
Preparatoria |
43.4 |
52.2 |
3.0 |
1.4 |
Universidad |
32.3 |
49.9 |
10.6 |
7.2 |
Fuente: elaboración propia.
Para
explorar en qué medida el docente promueve el uso del teléfono celular para
apoyar alguna actividad educativa, se aplicaron cinco reactivos de la encuesta.
Llama la atención la escasa o nula promoción del empleo de este tipo de
dispositivos. El mayor valor medio (1.47) fue para el uso de aclarar dudas en
el nivel universitario. Resalta que en preparatoria y universidad “a veces” el
docente les pide a los estudiantes que busquen información en internet (véase
tabla 6).
Tabla 6.
Valores medios para la promoción de la
mediación con teléfono celular por parte del docente.
|
Primaria
|
Secundaria |
Preparatoria |
Universidad |
¿Algún
maestro pide que usen el celular para apoyar lo visto en clase? |
0.19 |
0.27 |
0.51 |
0.48 |
¿Algún
maestro pide que usen el celular para buscar información en internet? |
0.18 |
0.26 |
0.73 |
0.71 |
¿Algún
maestro pide que usen el celular para organizar algo de la escuela? |
0.18 |
0.16 |
0.36 |
0.42 |
¿Algún
maestro pide que usen el celular para hacer alguna tarea? |
0.31 |
0.25 |
0.42 |
0.34 |
¿Algún
maestro pide que usen el celular para aclarar dudas? |
0.26 |
0.21 |
0.39 |
1.47 |
Fuente:
elaboración propia.
Escala: 0=nunca; 1=a veces; 2=muchas
veces; 3=siempre
DISCUSIÓN
Los
resultados presentados corresponden a una muestra representativa de estudiantes
de primaria, secundaria, preparatoria y universidad de la zona urbana de
Ensenada, Baja California, México. Por la cercanía con la frontera de Estados
Unidos, los habitantes de la región están expuestos a múltiples tecnologías y,
en muchos casos, hay diversas opciones de mercado para que el estudiante tenga
algún dispositivo portátil. Por esta razón, los hallazgos aquí mostrados son un
reflejo del contexto urbano de la frontera norte.
Los
resultados muestran una tendencia creciente en cuanto a los niveles de posesión
de teléfono celular y computadora conforme se incrementa el nivel educativo.
Así, por mencionar el caso de los teléfonos celulares, en primaria se encontró
un porcentaje de posesión de 58%, mientras que en universidad llega a 97%.
Estos altos niveles de posesión de teléfono celular dan cuenta de que este
recurso ya acompaña a la mayoría de los estudiantes de todos los niveles
educativos. Estos hallazgos coinciden con lo reportado por el INEGI (2013) y
Cooper (2012), en el sentido de la creciente demanda por estos recursos
tecnológicos por parte de la población joven.
Por su
parte, las tabletas encuentran su máximo porcentaje de posesión (46%) en el nivel
primaria, en gran medida, por ser un equipo de relativo bajo costo, fácil de
operar y que para el estudiante de primaria constituye un primer acercamiento
al mundo de la tecnología. En coincidencia con este resultado, un comentario
interesante lo señalan Aguilar-Barceló y Ramírez-Angulo (2007), quienes
mencionan que son el aspecto económico y las habilidades de la
persona los factores que, en su mayoría, inciden en el nivel de penetración de
una tecnología. Para Hanley (2014), las tabletas son simples dispositivos de
consulta, una forma de entretenimiento y que difícilmente apoyan la producción
de materiales educativos. Esto explica, en gran medida, el bajo porcentaje de posesión de tabletas en
los niveles preparatoria y universidad.
Los
porcentajes reportados en cuanto a la posesión de equipo tecnológico sugieren
que los estudiantes del estudio pueden tener más de un dispositivo. Esto se
deriva del alto porcentaje de posesión de teléfono celular y equipo de cómputo
encontrado. Según lo reportado por el INEGI (2013), existe una demanda
creciente por los servicios de internet, que en general se asocia a la posesión
de algún dispositivo de cómputo. Aunado a lo anterior, existe una tendencia en
el mercado de los dispositivos de telefonía celular a incorporar conectividad a
internet vía Wi-Fi; así, los jóvenes pueden acceder a servicios gratuitos de
internet. En este contexto, a los estudiantes del estudio se les puede
identificar como los estudiantes de las tres pantallas, en analogía con la
denominación formulada por Artopoulos (2011) en su estudio.
Un hallazgo
interesante lo constituye la edad en que el estudiante comienza a utilizar
algún teléfono celular. El estudiante de primaria lo hace a los 7.8 años,
prácticamente en segundo grado de primaria, al poco tiempo de haber aprendido a
leer; son ya la generación de nativos digitales que menciona Schalk (2010). No
obstante, Aparici (2011) señala que estos dispositivos portátiles e internet
generan retos y conflictos. Sin duda, ofrecen la posibilidad de explotar los
recursos de comunicación e información,
y sus bondades fueron ya señaladas por Tello (2007) y Naismith et al. (2009);
sin embargo, también se requiere un nuevo modelo pedagógico que permita su
adecuada inserción en el proceso educativo (Aparici, 2011; Cantillo, Roura y
Sánchez, 2012).
Por la alta
capacidad distractora, al teléfono celular generalmente se le ubica en un
contexto escolar de prohibición en los niveles primaria y secundaria, mientras
que en preparatoria y universidad se flexibiliza su uso. Por lo regular, dicho
dispositivo se utiliza para la búsqueda de información en internet y para
aclarar dudas con el docente u organizar reuniones o citas para asesoría
(Naismith et al., 2009). Estos usos coinciden con los reportados por Brown (2005),
quien los clasifica en: acceso a la información, con propósito comunicativo y
para acciones de organización.
Si bien los
estudiantes que asisten a los centros escolares cuentan con teléfono celular y,
en muchos casos, con acceso a internet, son nulas o incipientes las acciones
por parte del docente para incorporar dicho dispositivo como una herramienta de
apoyo pedagógico. Esta condición quedó expuesta en la presente investigación
con los bajos valores medios obtenidos para el nivel de promoción de estrategias
didácticas con mediación de teléfono celular por parte del docente. Esto
coincide con lo apuntado por Aparici (2011), acerca de que la educación actual
se lleva a cabo mayormente con estrategias pedagógicas antiguas, lo que genera
que dentro de las aulas se tenga a un estudiante con un esquema pedagógico que
no corresponde al contexto tecnológico al que está expuesto (Schalk, 2010).
CONCLUSIÓN
Los
resultados presentados dan cuenta del contexto escolar de los estudiantes de
los distintos niveles educativos en cuanto al uso de dispositivos portátiles.
La tecnología móvil se ha convertido en un recurso disponible para la mayoría
de los estudiantes del entorno urbano de Ensenada. Sin embargo, todavía no se
logra aprovechar al máximo el potencial pedagógico de los dispositivos
portátiles estudiados. Los atributos de inmediatez de uso, portabilidad y,
sobre todo, acceso a aplicaciones convergentes y conectividad a internet dotan
a los dispositivos portátiles de capacidades importantes para apoyar los procesos
de enseñanza-aprendizaje.
En
esta coyuntura es indispensable investigar con mayor profundidad y rigor
metodológico los aspectos cognitivos, de adopción y usabilidad asociados a la
posesión de dichos dispositivos en los entornos educativos. Las innovaciones
educativas vinculadas al uso de la tecnología móvil en la educación no sólo
consisten en incorporar los dispositivos en el acceso y proceso de información;
hay un camino por recorrer en cuanto a identificar factores clave para la
inserción exitosa de tecnología móvil que agregue valor al proceso
enseñanza-aprendizaje.
Esta
contribución constituye una plataforma hacia un mejor entendimiento del papel
de las tecnologías portátiles emergentes en el contexto educativo de Ensenada,
a fin de adoptar, a su vez, un enfoque balanceado en su aplicación. El reto del
sistema educativo está en incorporar los dispositivos portátiles como
herramientas pedagógicas; para ello, es fundamental que el personal académico
cuente con una formación apropiada en el uso de tecnologías y que sean ellos
los promotores, y no los inhibidores, de la mediación tecnológica del proceso
educativo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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tecnologías de información en los estudiantes universitarios de Tijuana. Revista Universitaria de la UABC, vol.
5, núm. 57, pp. 34-40.
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de las cuatro pantallas. Una mirada latinoamericana. Barcelona: Editorial
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Brown, T.
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Recuperado de http://www.engadget.com/2012/02/03/canalys-more-smartphones-than-pcs-shipped-in-2011/
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telefonía móvil. Opiniones de jóvenes universitarios de la UNAM, la UACM y la
UPN. Revista Derecho a Comunicar,
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Javier
Organista-Sandoval es doctor en Ciencias Educativas. Investigador de tiempo completo Titular “C”. Tel. (646) 175 07 33. Instituto
de Investigación y Desarrollo Educativo, UABC, Ensenada, México. Correo
electrónico: javor@uabc.edu.mx
Arturo Serrano-Santoyo es doctor en Ciencias en Ingeniería Eléctrica, CINVESTAV. Investigador titular, Dirección de Impulso a la Innovación y Desarrollo, CICESE. Tel. (646) 175 05 15. Centro de investigación
Científica y de Educación Superior de Ensenada, CICESE, Ensenada, México. Correo
electrónico: serrano@cicese.edu.mx
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Fecha de recepción del
artículo: 20/07/2014
Fecha de aceptación para su publicación: 16/10/2014
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Apertura vol. 16, núm. 2, octubre de 2024 - marzo de 2025, es una revista científica especializada en innovación educativa en ambientes virtuales que se publica de manera semestral por la Universidad de Guadalajara, a través de la Coordinación de Recursos Informativos del Sistema de Universidad Virtual. Oficinas en Av. La Paz 2453, colonia Arcos Sur, CP 44140, Guadalajara, Jalisco, México. Tel.: 3268-8888, ext. 18775, www.udgvirtual.udg.mx/apertura, apertura@udgvirtual.udg.mx. Editor responsable: Dr. Rafael Morales Gamboa. Número de la Reserva de Derechos al Uso Exclusivo del Título de la versión electrónica: 04-2009-080712102200-203, e-ISSN: 2007-1094; número de la Reserva de Derechos al Uso Exclusivo del Título de la versión impresa: 04-2009-121512273300-102, ISSN: 1665-6180, otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Número de Licitud de Título: 13449 y número de Licitud de contenido: 11022 de la versión impresa, ambos otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Responsable de la última actualización de este número: Sergio Alberto Mendoza Hernández. Fecha de última actualización: 25 de septiembre de 2024.