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Anecdotario
Por Salvador Valdelamar, egresado de la licen-
ciatura en Bibliotecología
En el año 2000 me integré a la biblioteca de la
Procuraduría General de Justicia del Estado
de Querétaro (PGJ). Compartí con el Lic. Juan
Francisco Durán Guerrero, instalaciones caren-
tes de mobiliario, equipo y acervo bibliográfico.
Yo era responsable de la administración de la
biblioteca y era un neófito en la bibliotecología.
Le comenté al maestro Durán que yo no servía
para realizar el trabajo de bibliotecario, ya que
ni me gustaba leer, y él entonces me hizo una
propuesta que cambiaría el curso de mi vida,
convencido de que yo atendería su solicitud en
relación a un pacto.
“Yo ponía la lectura y él el café”. De esta manera
empecé a introducirme a la vida de bibliotecario,
realizando lecturas al azar y disfrutándolas con
una taza de café. Luego tuve la inquietud de
estudiar la licenciatura en Bibliotecología, pero
tenía más de treinta años sin estudiar y no sabía
nada del tema: qué significaba, para qué servía,
y en qué me podría ayudar para aprender a
administrar la biblioteca de la PGJ.
Como primer paso ingresé a un Diplomado
en Bibliotecología en la Universidad Autónoma
de Querétaro, en 2003, y en 2008 acredité el
bachillerato por medio del CENEVAL.
En el ciclo escolar 2009B comencé la aventura
de integrarme a la licenciatura en Bibliotecología
de
UDGVirtual
, en una situación muy limitada
de salud, ya que al inicio del primer semestre
tuve que ser intervenido quirúrgicamente y en el
segundo ciclo me volvieron a intervenir.
Ya para entonces tenía curiosidad por conocer
otras bibliotecas importantes, entonces el pro-
curador de Justicia de Querétaro, Juan Martín
Granados Torres, me recomendó la biblioteca
de la ciudad de San Antonio Texas, en Estados
Unidos, misma a la que envió una colección
completa de la revista
“Justicia y Sociedad”
que
editaba la PGJ. Y así es como conocí la primera
biblioteca pública de los Estados Unidos.
“fue mi odisea de viajar
a los Estados Unidos
para conocer más de
cerca lo que hoy en día
es una de las biblio-
tecas más grandes y
bellas del mundo”
Vivencias
bibliotecario
Salvador Valdelamar
Noviembre 2015 /
DE UN