Este estudio expone los resultados de un trabajo de investigación centrado en identificar necesidades formativas en el ámbito de las competencias digitales docentes (CDD) en educación superior, específicamente en una escuela normal (EN). Se eligieron seis competencias derivadas del área de comunicación y colaboración, descrita en el Marco Común de Competencias Digitales Docentes (MCCDD). Además de que la pandemia evidenció como un requerimiento emergente la necesidad de desarrollar CDD, existen fundamentos nacionales e internacionales que lo respaldan, ya que son imprescindibles para apoyar el aprendizaje permanente y la inclusión. En el estudio participaron diez docentes de una EN del estado de Veracruz a través de la técnica de grupos focales, lo que permitió recuperar información para conocer sus perspectivas acerca de las necesidades formativas que identificaron en el ámbito de las CDD, tanto en ellos mismos como en la licenciatura en Educación en la que imparten clases. Para analizar la información se utilizó el programa MAX-QDA y se diseñaron gráficos con los segmentos de sus participaciones orales. Los resultados se muestran en modelos de código-único (resúmenes) de cada competencia del área de comunicación y colaboración.
En México, a partir del decreto en el que se reforman, adicionan y derogan disposiciones del artículo tercero constitucional, se menciona por primera vez la necesidad de contar con una agenda educativa digital, puntualizando que esta se debe orientar al aprovechamiento de las tecnologías digitales en la educación. En este sentido, a comienzos de 2020 se publicó la Agenda Digital Educativa (ADE.mx), la cual se enmarca en el Acuerdo Educativo Nacional, en los preceptos de la Nueva Escuela Mexicana y en la Ley General de Educación. Esta agenda trae consigo el planteamiento del tránsito hacia el uso de tecnologías más actuales, lo que requiere que los docentes de todos los niveles educativos se formen en la adquisición de nuevas habilidades, saberes y competencias que son parte de la cultura digital. Se comparte la idea de que:
Los procesos educativos han ingresado paulatinamente, y no siempre con eficacia,
las TIC (tecnologías de la información y la comunicación). Hoy, las TIC se
transforman en TICCAD (tecnologías de la información, comunicación, conocimiento
y aprendizaje digitales), como resultado de la propia evolución conceptual del
término TIC y de la aplicación y uso en los campos del aprendizaje, adquisición,
construcción y divulgación del conocimiento, que nacieron a principios de la
primera década del siglo XXI (
Como parte del fundamento normativo sobre las tecnologías digitales, las políticas nacionales reconocen su relevancia; por ejemplo, en el capítulo XI de la Ley General de Educación, acerca de las TICCAD, los artículos 84, 85 y 86 mencionan que la educación impartida por el Estado debe utilizar el avance de estas tecnologías para el fortalecimiento de los modelos pedagógicos, la innovación y el aprendizaje digital. En esta descripción se destaca que deben impulsarse las competencias formativas y las habilidades digitales, tanto en los educandos como en los docentes; de igual forma, se hace alusión a que corresponde a las autoridades educativas promover la capacitación para desarrollar las habilidades necesarias en el uso de las TICCAD.
En correspondencia con esta ley, en la Ley General de Educación Superior, en los artículos 44 y 45, se presenta información sobre promover que los programas educativos integren contenidos para que el estudiantado adquiera conocimientos, técnicas y destrezas sobre tecnología digital, además de fomentar habilidades digitales al priorizar que las tecnologías se encaminen al aprendizaje digital.
En cuanto a las nuevas propuestas curriculares para las Escuelas Normales, el Acuerdo
16/08/22 por el que se establecen los planes y programas de estudio de las
licenciaturas para la formación de maestras y maestros de educación básica, en el
apartado de flexibilidad curricular se hace mención de cuatro grandes rasgos
distintivos de estos planes de estudio, uno de ellos es “flexibilidad en el
desarrollo curricular con apoyo de dispositivos digitales y plataformas educativas:
que los contenidos curriculares y situaciones de aprendizaje puedan desarrollarse de
manera híbrida sin perder su pedagogía y didáctica particular para estos escenarios”
(
Asimismo, en el citado acuerdo, en la descripción de los dominios del saber -saber
ser y estar, saber conocer y saber hacer- se otorga significado a la importancia que
tienen las culturas digitales y el uso de herramientas y tecnologías para la
vinculación con el mundo y la definición de trayectorias personales de aprendizaje.
Los dominios del saber deben permear en toda actividad didáctica para la formación
inicial docente, y se estipula que es necesario se contemplen como una parte
inherente a los distintos cursos que componen esta propuesta curricular (
Aunado a esto, todos los planes de estudio del Acuerdo 16/08/22 para la formación de
docentes que iniciaron su implementación en agosto de 2022, se conforman por cinco
trayectos en los que se organiza la malla curricular. El trayecto número cinco se
denomina: Lenguas, lenguajes y tecnologías digitales, y en este se menciona a las
tecnologías como “un complemento en la formación docente, con la finalidad de
fortalecer los procesos pedagógicos de enseñanza y de aprendizaje, la innovación
educativa, el desarrollo de habilidades y saberes digitales, la investigación
educativa y el diseño de programas de educación híbrida como parte de la
flexibilidad en el desarrollo del currículo” (
Es decir, al realizar un análisis de cómo el término
Aunado a este panorama de la normativa nacional, y de la actual propuesta curricular
en la formación de los profesores, existen planteamientos nacionales e
internacionales en los que se describe la relevancia de las competencias digitales
en apoyo al aprendizaje permanente y a la inclusión. Un ejemplo es la
En 2022, la ANUIES, MetaRed México y ANUIES-TIC realizaron un estudio a través de la
herramienta de autoevaluación DigCompEdu Check-in. En este se muestran los
resultados de la autoevaluación para identificar áreas de oportunidad en diversas
universidades del país, lo que permite tener un mayor conocimiento de los
requerimientos de la comunidad docente para proponer mejoras en las competencias
digitales docentes. El estudio se fundamenta en la premisa de que las instituciones
educativas y los profesores serán observados para analizar cómo utilizan las
tecnologías digitales en la comunicación, la colaboración en el aprendizaje y la
creación de contenidos (
Para este trabajo investigativo se consultaron dos marcos de referencia. Uno fue el
Marco Común de Competencias Digitales Docentes (MCCDD) (
El Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado
(INTEF), dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, propuso desde
2012 un proyecto para posibilitar un MCCDD. Este trabajo generó una serie de
revisiones; en 2017 se presentaron las áreas competenciales y un desglose de las
competencias que los profesores pueden utilizar como referencia a lo largo de su
carrera profesional para avanzar de nivel (ver
Evidentemente el MCCDD 2017 resulta demasiado amplio, por lo que para este estudio se
eligió el área 2, comunicación y colaboración, definida como “comunicar en entornos
digitales, compartir recursos a través de herramientas en línea, conectar y
colaborar con otros a través de herramientas digitales, interactuar y participar en
comunidades y redes; conciencia intercultural” (
Aunque el MRCDD 2022 también plantea competencias relacionadas con la comunicación y la colaboración, para este trabajo se utilizaron específicamente las seis competencias que se agrupan en el área competencial 2 por representar una organización acorde con el objetivo del estudio, de modo que el MRCDD 2022 se utilizó para complementar el análisis de los resultados.
Como se muestra en la
1.1. Navegación, búsqueda y filtrado de
información, datos y contenidos digitales 1.2. Evaluación de información, datos y
contenidos digitales 1.3. Almacenamiento y recuperación de
información, datos y contenidos digitales
2.1. Interacción mediante las tecnologías
digitales 2.2. Compartir información y contenidos digitales
2.3. Participación ciudadana en línea 2.4. Colaboración mediante canales digitales 2.5. Netiqueta 2.6. Gestión de la identidad digital
3.1. Desarrollo de contenidos digitales 3.2. Integración y reelaboración de contenidos
digitales 3.3. Derechos de autor y licencias 3.4. Programación
4.1. Protección de dispositivos 4.2. Protección de datos personales e identidad
digital 4.3. Protección de la salud
5.1. Resolución de problemas técnicos 5.2. Identificación de necesidades y respuestas
tecnológicas 5.3. Innovación y uso de la tecnología digital de
forma creativa 5.4. Identificación de lagunas en la competencia
digital Nota: esta tabla muestra todas las competencias que componen un área
competencial Fuente: adaptado de
INFORMACIÓN Y ALFABETIZACIÓN INFORMACIONAL
COMUNICACIÓN Y COLABORACIÓN
CREACIÓN DE CONTENIDOS DIGITALES
SEGURIDAD
RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS
En concreto, esta investigación se centró en analizar las necesidades formativas del profesorado de una EN en las competencias digitales docentes (CDD) enfocadas en el área de comunicación y colaboración en entornos digitales. El objetivo fue determinar cuáles de estas competencias son prioritarias en el desarrollo profesional a través de procesos de formación continua que se pueden proponer para instituciones de educación superior.
Se identificaron varios estudios previos relacionados con las competencias digitales
docentes. Uno de ellos fue el de
De igual forma, se localizaron tres investigaciones relacionadas con diagnósticos
sobre las CDD. La primera de
Los estudios antecedentes expuestos en párrafos anteriores muestran la relevancia actual del tema y la necesidad de seguir aportando al campo de conocimiento de la competencia digital docente. Por esta razón, la presente investigación es oportuna, a la vez que está directamente relacionada con los nuevos modelos de formación, ya que reconoce la creciente importancia del uso de la tecnología digital en la formación inicial de los profesores. Al renovarse los planes y programas de estudio, estos modelos se han incorporado de forma cada vez más explícita en distintos documentos que guían y organizan la formación de los futuros docentes de educación básica del país.
Este estudio cualitativo, de alcance exploratorio y con un enfoque fenomenológico,
tuvo la finalidad de recabar datos para la comprensión de las experiencias del
profesorado de una EN del estado de Veracruz en el área de las competencias
digitales docentes para la comunicación y la colaboración. El enfoque
fenomenológico, de acuerdo con
El estudio se llevó a cabo a través de una técnica de muestreo no probabilístico por
conveniencia, de forma que se seleccionaron “casos accesibles que acepten ser
incluidos. Esto fundamentado en la conveniente accesibilidad y proximidad de los
sujetos para el investigador” (
Se hizo hincapié en la premisa de incluir a aquellos que desearan comentar su experiencia en el uso de la tecnología digital para comunicarse y colaborar tanto con sus compañeros de profesión como con el estudiantado en su formación inicial docente, sin que necesariamente la tecnología fuera su área de experiencia o contenido de su curso.
Con las propuestas de los docentes se completó la lista de participantes, estos se
dividieron en dos grupos focales con un profesor de cada licenciatura (ver
Nota: cada nomenclatura es distinta porque atiende a un docente
diferente. Fuente: elaboración propia.
LICENCIATURA
GRUPO FOCAL 1
GRUPO FOCAL 2
Primaria
Primaria 1
Primaria 2
Física
Física 1
Física 2
Preescolar
Preescolar 1
Preescolar 2
Especial
Especial 1
Especial 2
Secundaria
Secundaria 1
Secundaria 2
Los grupos focales requieren una planificación de cómo se pondrán en práctica,
incluyendo la decisión de hacerlos en espacios físicos o virtuales.
Los propósitos del proyecto de investigación o evaluación determinan aspectos del diseño de los grupos focales, que incluye el tipo de estructura que se seguirá, la moderación que se llevará a cabo con base en un protocolo de entrevista, el tipo de interacción que se buscará, la información que se espera obtener, así como la aproximación que se asumirá para analizar/ construir los datos (p. 36).
Para esta investigación se realizaron reuniones presenciales con una duración de hora
y media. Se utilizó un guion de preguntas semicerradas para propiciar la
participación de todos. En la
Para cada grupo focal se utilizó una presentación en PowerPoint. En una diapositiva se proporcionaba una contextualización sobre la competencia digital docente en la educación superior, seguida de las preguntas relacionadas con una de las competencias. Esto permitía que todos los participantes tuvieran la oportunidad de compartir sus experiencias y percepciones de su licenciatura, sin perder de vista lo que se estaba preguntando.
La sesión fue grabada en audio a través de un dispositivo celular de alta gama, el
cual se puso frente a los participantes. Asimismo, se grabó en video mediante la
aplicación Zoom, utilizando los recursos de cámara y micrófono ambiental localizados
sobre los participantes. Posteriormente, la información fue transcrita para su
análisis, el cual se realizó a través del programa MAXQDA 2022. En la
Para analizar las transcripciones se utilizó la función de Grupos focales que está
incluida en el MAXQDA 2022, la cual permite diferenciar a cada participante en el
texto y también asignarles un código, lo que facilita la comparación entre ellos. En
el sistema de códigos las categorías se presentan con colores distintos, y se
plantearon en correspondencia con las seis competencias enunciadas en la
¿Qué aplicaciones o servicios de interacción y
comunicación utiliza con sus colegas docentes o
con el estudiantado?, ¿ha visto algunas que sean
de más uso en su licenciatura?, ¿cuáles? ¿Cuáles de esos servicios o aplicaciones le
parece que funcionan mejor para los intereses y
necesidades de los estudiantes y los docentes de
acuerdo con las actividades académicas de la
licenciatura?, ¿por qué?
Si tiene alguna red de colaboración en línea con
otros colegas o con estudiantes, ¿qué tipo de
información comparte y cómo realiza esta acción?,
¿existe algún grupo de colaboración o red en su
licenciatura?, ¿con qué fines?, ¿cómo se cumplen
esos fines?
¿De qué manera ha participado o ha propuesto
procesos que impliquen su colaboración en línea en
comunidades con fines académicos? ¿Existe alguna
propuesta en su licenciatura? ¿Qué herramientas o aplicaciones considera más
oportunas para el trabajo colaborativo en su
actividad académica o relacionada con su
licenciatura?
¿Qué tipo de actividades promueve para que sus
estudiantes participen como ciudadanos digitales?
Por ejemplo: que tomen conciencia de sus derechos
y obligaciones, que reconozcan valores
interculturales, que participen en proyectos
sociales, que sean protagonistas de su propio
aprendizaje. ¿Existe algún proyecto de este tipo
en su licenciatura? Explique
¿Qué experiencia ha tenido para moderar la
participación en línea con un manejo consciente de
reglas de escritura y comunicación en distintos
espacios con estudiantes o docentes?, ¿considera
que esto se ha realizado por su licenciatura?,
¿cómo se hace? En caso de haber tenido experiencia en abusos en
internet o ciberacoso en su licenciatura, por
parte del estudiantado o docentes, ¿cómo se
detectó y cómo se actuó ante ello?
¿De qué manera promueve conceptos como la
reputación digital o control de la imagen en la
red, tanto de usted como de compañeros o
estudiantes de su licenciatura? ¿Usted o algunos otros docentes de la
licenciatura abordan cómo se gestionan con
seguridad las cuentas? Por ejemplo, el uso de
cookies, claves de acceso, entre otras formas de
seguridad digital Fuente: elaboración propia.
COMPETENCIA
ÍTEMS
Interacción mediante tecnologías digitales
Compartir información y contenidos digitales
Colaboración mediante canales digitales
Participación ciudadana en línea
Netiqueta
Gestión de la identidad digital
La presentación de los resultados se realizó a través de modelos de código único. Para estructurar los esquemas que organizan la información de las aportaciones en segmentos de texto, se utilizó la función de MAXMapas y se generaron seis esquemas de código único, donde se pueden leer los segmentos con las aportaciones textuales de cada uno de los participantes.
En la
Interaccionar por medio de diversos dispositivos y aplicaciones digitales, entender cómo se distribuye, presenta y gestiona la comunicación digital, comprender el uso adecuado de las distintas formas de comunicación a través de medios digitales, contemplar diferentes formatos de comunicación, adaptar estrategias y modos de comunicación a destinatarios específicos (p. 25).
Los docentes mencionaron que utilizan diversas herramientas para diferentes propósitos. Por ejemplo, emplean aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp para comunicar ideas rápidas, mientras que para el trabajo académico prefieren plataformas o aplicaciones de videollamadas con funciones pedagógicas, como Zoom o Google Meet.
Otro aspecto que se destaca en las participaciones es la falta de uso de Moodle, a pesar de que la institución cuenta con este recurso. Se considera que esta plataforma tiene un nivel de complejidad más elevado y completo para la programación de tareas y actividades para favorecer las interacciones, incluso para las actividades de coevaluación, lo que requiere mayor experiencia y competencias digitales. La institución no promueve ni ofrece capacitación para el uso de esta herramienta, por lo que los docentes han seguido utilizando principalmente plataformas del ecosistema de Google y, en menor medida, Microsoft Teams.
Sobre el tema de las redes sociales, se mencionó en varias ocasiones la importancia de establecer límites en su uso para respetar los horarios y los espacios personales. No se conocen políticas o propuestas específicas por parte de la institución sobre el uso de herramientas, aplicaciones o redes sociales, por lo tanto, depende del criterio de cada profesor e incluso de las recomendaciones que hacen los estudiantes basadas en la facilidad de uso.
Se reconoce que esta flexibilidad en el uso de herramientas favorece el aprendizaje colaborativo y el entendimiento de nuevos modelos de enseñanza. Con la información que los participantes aportaron acerca de esta competencia, se identificaron necesidades para ampliar sus conocimientos sobre la gama de herramientas que existen para la comunicación en línea, para poder seleccionar las más apropiadas de acuerdo con las intenciones pedagógicas o de aprendizaje, así como la capacidad para adaptar sus modalidades de comunicación haciendo una distinción entre los destinatarios de esa información.
En cuanto a la competencia compartir información y contenidos digitales, esta se define como:
Compartir la ubicación de la información y de los contenidos digitales encontrados, estar dispuesto y ser capaz de compartir conocimiento, contenidos y recursos, actuar como intermediario, ser proactivo en la difusión de noticias, contenidos y recursos, conocer las prácticas de citación y referencias e integrar nueva información en el conjunto de conocimientos existentes (p. 27).
Las aportaciones de los participantes se centraron principalmente en la parte de
compartir contenidos digitales, recursos y organizar información en carpetas de la
nube; fueron escasos los comentarios sobre la difusión de noticias o prácticas de
citación (ver
Uno de los problemas se relaciona con el almacenamiento de contenidos digitales, ya que no existe un repositorio institucional o una biblioteca virtual, aunado a que no se dispone de un espacio oficial para guardar información, excepto por las cuentas institucionales de Microsoft Teams que otorgan acceso a One Drive. No obstante, la mayor parte del personal está poco familiarizada con el uso de esa herramienta, ya que ha sido más común el empleo de Google Drive. En cuanto a esta, se han descubierto gradualmente formas de aprovecharlo más allá del almacenamiento, como para propiciar el trabajo colaborativo o para los denominados cuadernos pedagógicos.
En el desarrollo de las sesiones de clase es cada vez más frecuente que se generen archivos electrónicos o multimedia. Estos productos utilizan el espacio de las cuentas de Google de los estudiantes y docentes, y no se guardan en lugares que faciliten su almacenamiento o incluso compartirlos con otros miembros de la institución o de otras instituciones, lo que restringe su difusión. Por su parte, WhatsApp, a pesar de tener una función más enfocada a la comunicación instantánea, se ha utilizado como medio oficial para compartir documentos entre los directivos, la planta docente y los estudiantes.
Respecto a la competencia de colaboración mediante canales digitales, esta se define
como “utilizar tecnologías y medios para el trabajo en equipo, para los procesos
colaborativos y para la creación y construcción común de recursos, conocimientos y
contenidos” (
Esta competencia resulta compleja porque conlleva trabajo colaborativo e implica la conformación de redes. Se evidenció que, aunque se reconoce la necesidad de la colaboración entre las distintas licenciaturas y cómo esto puede impulsar proyectos comunes con finalidades formativas, no se promueve de manera institucional, sino que los proyectos colaborativos suelen surgir de iniciativas individuales.
Otro aspecto relevante es la colaboración entre pares, que implica aprendizaje colaborativo. Si bien existen propuestas para fomentar la interacción entre estudiantes, como trabajos en equipo, participación en foros o resolución de tareas conjuntas, no necesariamente se hace uso de la tecnología digital para ello. En cambio, suele prevalecer la idea de que cada estudiante debe comprometerse de manera individual con los objetivos de aprendizaje de los cursos, demostrando su comprensión a través de productos impresos. Además, se observa una desconfianza en la autoría de proyectos colaborativos, en el uso correcto de la información de otros autores y en la ética para evitar el plagio.
Llama la atención que recursos como Drive, que han estado presentes desde hace varios años, hayan sido descubiertos al utilizarlos en la pandemia, aunado a que no solo se está usando como un repositorio de material o almacenamiento, sino como una aplicación para colaborar con archivos en línea.
Entre los aspectos que no se han logrado se encuentra la conformación de comunidades en línea o redes de colaboración. En el grupo focal se mencionó que no existen redes con la finalidad de crear y difundir contenidos entre el personal docente de la misma licenciatura, y menos entre diferentes licenciaturas. Este tema se discutió, resaltando la necesidad de promover la creación de espacios virtuales para formar comunidades con propósitos profesionales.
De acuerdo con la
Esta competencia permite desarrollar proyectos para la formación del alumnado como ciudadanos digitales; sin embargo, no se citó la existencia de ninguna propuesta. Lo expresado se asoció a fechas específicas, como la conmemoración del día de la mujer, y solo por iniciativa de estudiantes o de algunas docentes, mas no como actividades regulares o ligadas a eventos sociales, políticos o culturales.
En la institución se promueve la participación en eventos diversos que tienen un peso social, relacionados, por ejemplo, con la sustentabilidad o con la inclusión, pero se carece de un proyecto de participación ciudadana para promover la inclusión o fortalecer la democracia. Es importante que se orienten acciones para que las plataformas institucionales sean accesibles para todos y que se abran espacios para el diálogo. Esto requiere del planteamiento de procesos formativos que conduzcan a los docentes a incluir en su planeación de actividades temas de relevancia social y educación cívica, sobre derechos y responsabilidades, así como temas que atiendan el empoderamiento de los estudiantes a través de medios digitales.
Para esta competencia se requiere analizar el impacto de las publicaciones en las redes sociales, tanto las redes de la institución, como las de los docentes y estudiantes, ya que un público amplio se guía por las opiniones expresadas en estos espacios. Los directivos, profesores y estudiantes dejan una huella digital en estas publicaciones, por lo que es importante reflexionar sobre el contenido compartido. Es crucial cuidar tanto la información institucional como la personal, así como considerar cómo se proyecta la imagen hacia el exterior.
La competencia de netiqueta, de acuerdo con la
La competencia de netiqueta reveló las preocupaciones de los formadores al no contar con elementos relacionados con la moderación en entornos en línea. Se mencionaron algunos ejemplos sobre el uso de WhatsApp, el cual se utiliza para situaciones personales pero también para cuestiones profesionales, como el contacto con docentes y familias de las escuelas de práctica. Esto ha generado dificultades para moderar su empleo y prevenir problemas de comunicación. De igual forma, existe interés en comprender el uso de las redes sociales y en establecer regulaciones para las publicaciones, con el fin de evitar la desinformación o la incomodidad causada por lo que se comparte sobre las escuelas o el personal de educación básica involucrado en la práctica.
Finalmente, la gestión de la identidad digital es una competencia que conlleva
“crear, adaptar y gestionar una o varias identidades digitales, ser capaz de
proteger la propia reputación digital y de gestionar los datos generados a través de
las diversas cuentas y aplicaciones utilizadas” (INTEF, p. 35). Las aportaciones de
los participantes resaltaron que reconocen en sí mismos y en otros docentes o
estudiantes la falta de conocimiento sobre qué hacer para blindar la seguridad de
sus cuentas; también se mencionó que hasta hace poco se utilizaban cuentas
personales, ya que no existían cuentas institucionales para alumnos ni para
profesores, por lo que se enfrentaron a desafíos diversos, como la exposición de
información personal en el ámbito laboral o el descuido de la reputación digital. En
algunos casos, se adoptan medidas para evitar aceptar solicitudes de amistad o
seguidores por parte de los estudiantes, hasta que son egresados (ver
Más aún, se dio a conocer el temor de ser suplantados o de pasar por alguna situación de difamación en la red, pues recientemente se había vivido un caso así por parte de un docente. Aunado a ello, se mencionó que la institución no promueve esta competencia, y que incluso no asume una postura a pesar de que se han presentado controversias por publicaciones en medios digitales. En este punto cabe destacar que los participantes mencionaron la creación de dos cuentas de correo electrónico o perfiles en redes sociales, uno personal y uno institucional.
Como se puede observar, a partir de la recuperación de información en los grupos focales, las conversaciones que se generaron contienen experiencias relevantes en cada tema. De todos los comentarios que se exponen en los modelos de código-único de las seis competencias, se identificó la importancia de priorizar las necesidades de comunicación y colaboración.
El objetivo de este estudio permitió reconocer que el desarrollo profesional en el área de comunicación y colaboración propuesta en el MCCDD de la INTEF, 2017, es una necesidad que resultó evidente en la época de pandemia y pospandemia. La docencia se encuentra con infinidad de problemáticas en los procesos de enseñanza-aprendizaje, situación de la que surge la siguiente pregunta: ¿qué se puede hacer para que los docentes cuenten con la formación necesaria ante los retos que se enfrentan en el ámbito de la cultura digital?
Las aportaciones de los participantes evidencian que falta ampliar la gama de aplicaciones o herramientas para comunicar información de acuerdo con propósitos diferenciados, como el uso de correos electrónicos, blogs, redes sociales, aulas virtuales, entre otras opciones que han dependido del interés de estudiantes o docentes, en lugar de ser impulsadas por propuestas formativas u organizativas de la institución.
En cuanto al intercambio de información, se notó que las contribuciones se enfocaron en reconocer la importancia y los beneficios de mantenerse comunicados y compartir contenido; sin embargo, no se mencionaron las herramientas específicas para llevar a cabo este intercambio, ni cuándo o con quiénes se realiza. Es necesario propiciar esos espacios y brindar elementos para optar por recursos digitales de acuerdo con la audiencia o el tipo de usuarios. En una comprensión crítica de las competencias y de cómo se favorecen desde la función docente, la propia institución debe implementar acciones que permitan identificar cómo se puede aprender de forma colaborativa al utilizar herramientas y aplicaciones para apoyar la enseñanza y el aprendizaje con medios digitales.
De la misma forma, se busca generar oportunidades para la participación ciudadana de estudiantes y docentes, ya que no se identifica una propuesta en la que se pueda participar con comentarios personales acerca de temas relevantes para la sociedad. También se realizaron comentarios sobre la necesidad de saber cómo hacer respetar los derechos de autor de los contenidos digitales y qué información debe incluir la identificación de videos u otros materiales multimedia que se difunden en diversas plataformas o redes sociales. Es necesario normar aspectos relacionados con las formas de interacción y la seguridad de los datos para la netiqueta en la comunicación oficial e interacciones académicas.
El trabajo resalta la importancia de la formación continua en la educación superior, con la finalidad de aportar cómo se traducen estas necesidades formativas en propuestas para la mejora y la actualización de los docentes. Cabe reconocer que, en la docencia, así como en otras profesiones, los entornos laborales son cambiantes debido a diversos factores, tanto los que ocurren al interior de la institución como los externos, incluyendo la transformación de la sociedad que demanda múltiples capacidades por parte del profesorado. Esta investigación aporta a un tema actual y relevante, como la tecnología digital para el aprendizaje y como mediadora en apoyo a la labor docente. Además, abona al campo específico del desarrollo de las CDD enfocadas a la comunicación y la colaboración, tareas fundamentales en la educación en las EN.
Al considerar que las tecnologías digitales son un tema relevante en la agenda nacional, y específicamente en la formación inicial docente, es imprescindible contar con un diagnóstico acotado al contexto para el que va dirigido. No obstante, para contribuir de manera oportuna a la formación continua del profesorado de una institución de educación superior, es necesario comprender la complejidad que representan las prácticas docentes, partiendo de que la escuela y todos los procesos que la conforman son cambiantes y su funcionamiento implica una interacción entre distintos agentes: administrativos, directivos, docentes, estudiantes y la propia comunidad en la que se encuentra.
Aunque el tema de las TICCAD se plantea en la Agenda Educativa Digital de México y en la Ley General de Educación, es complicado analizar la mejora o desarrollo de la CCD porque en el país no hay un instrumento avalado o definido desde las autoridades educativas, un marco de CDD validado para los niveles educativos, o al menos una propuesta de indicadores que establezcan un punto de partida y una trayectoria para alcanzar lo que se espera de la docencia en cuanto a competencias digitales. A pesar de esto, existen indicadores que otros países han generado para visualizar áreas de oportunidad para una formación que permita que el profesorado conozca y desarrolle las competencias digitales necesarias para utilizar de forma adecuada los diversos recursos que hay a su alcance. Como un pendiente para futuras investigaciones, se propone hacer una revisión de los marcos de competencia de otros países y proponer uno para el contexto de la educación superior en México.
Galicia Alarcón, L. A. (2024). Necesidades de desarrollo profesional en
competencias digitales docentes: estudio de caso.
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