Apertura. Revista de innovación educativa‏

Garrigan Stlouis

Resumen biográfico

El agaporni fischeri, asimismo conocido como inseparable fischeri o pájaro del amor, es una suerte de ave de la familia de los papagayos y nativa de África, específicamente del suroeste. Su nombre, inseparables o bien lovebirds, lo reciben por los fuertes vínculos que establecen con su pareja, con la cual pasan casi todo el tiempo. Su nombre científico es Agapornis. Peculiaridades de los agapornis fischeri Los agapornis fischeri o inseparables fischeri son de tamaño pequeño (miden entre trece y dieciseis cm de largo) y tienen el plumaje de colores vivos. Lo más frecuente es que tengan el cuerpo de color verde con la zona de la cabeza de tonalidades rojas y amarillas y el pico blanco o bien rojo. También podemos localizarlos con el cuerpo amarillo y con el pico de color rojizo o bien anaranjado. El pico de los agapornis fischeri es fuerte y curvado. Sus patas son muy versátiles pues no solo les sirven para caminar sino también las pueden usar para coger objetos. Estos animales son sociables y les gusta viajar en conjunto. Asimismo pueden ser sociables y dóciles con los humanos si se les trata bien. Son de carácter tranquilo pero, en especial las hembras, pueden mostrarse violentas y territoriales en época de reproducción o con la llegada de nuevos ejemplares. Los agapornis fischeri son conocidos por volverse inseparables cuando el macho y la hembra se conocen, pues les gusta tener un compañero para toda la vida. Este comportamiento puede iniciar des de que son pequeños, sobre los 6 meses. Una vez en pareja, los agapornis fischeri, continuarán juntos prácticamente todo el tiempo, durmiendo y jugando juntos. También podemos verlos acicalándose el uno al otro e inclusive mostrándose atenciones de forma continua. Estas aves son diurnas y se pasan el día comiendo y tomando baños. Son, además de esto, pájaros que pían de forma intensa y constante. Su nutrición es herbívora y se basa en semillas y pipas, complementada con vegetales frescos. Si estás buscando un nombre para tu agapornis fischeri consulta nuestra lista de Nombres para agapornis Inseparable de Fischer El inseparable de Fischer (agapornis fischeri) es una raza de agapornis originaria del este de África y recibe su nombre por el explorador Gustav Fischer. El agapornis fischeri tiene la espalda, el pecho y las alas de color verde, mas el cuello es amarillo y a medida que avanza hacia el rostro se vuelve de color naranja intenso. La parte más alta de la cabeza es de un tono oliva. Ciertas plumas de la cola son azules. Esta clase de agapornis tiene la zona en torno a los ojos, llamada anillo ocular, de color blanco y sin plumas. Su pico es de un colorado refulgente. Estos agapornis son veloces voladores y emiten sonidos agudos y fuertes. La esperanza de vida del agapornis fischeri en cautividad es de entre quince y veinte años. Dónde adquirir un agapornis Si estamos pensando en adquirir un agapornis como mascota lo primero que deberemos hacer es meditar sobre si estamos preparados tanto mentalmente como materialmente para tener uno. Debemos tener en cuenta que son animales que pueden llegar a vivir quince o veinte años y precisan de nuestra atención, por lo que será un compromiso en un largo plazo que, indudablemente, valdrá la pena. Una de las primeras cosas que deberemos meditar es exactamente en qué clase de agapornis buscamos y cuál es el más conveniente. ¿Qué géneros de agapornis podemos comprar? ¿Queremos un agapornis papillero o bien uno criado por sus padres? ¿Deseamos convertirnos en algún momento en criadores de agapornis o bien solo lo queremos como mascota? ¿Deseamos un solo agapornis o una pareja? Todas esas preguntas es bueno que nos las contestemos para averiguar qué aguardamos de nuestro agapornis. Podemos comprar nuestro agapornis en una tienda de animales especializada o en un criador. Es más recomendable buscar a un criador en este caso, pues estarán más especializados. Eso sí, vamos a deber escoger a un criador del que tengamos alguna experiencia y también información y a poder ser alguien al que poder visitar y conocer sus aves. Si adquirimos nuestro agapornis de un buen criador nos aseguramos de que sea puro y que esté bien alimentado, algo de lo que dependerá que esté sano. Acudiendo a un criador vas a poder informarte sobre qué especie es y de qué línea viene (para asegurarte de que no lleve algún género de malformación genética). PAREJA DE AGAPORNIS Es totalmente recomendable adquirir la pareja en lugar de uno solo, puesto que estas aves son dependientes y en la naturaleza viven en parejas estables. De lo contrario, si tu agapornis se siente solo esto puede conllevar inconvenientes de comportamiento como depresión. Comportamiento de los agapornis Los agapornis son aves dependientes y sociables y les encanta convivir con ejemplares de su especie, aparte de otros animales y personas. Se encariñan de manera fácil si reciben buenos cuidados y atención. Estas aves son simpáticas y curiosas. Les agrada mucho volar y ejercitarse, algo que deberemos tener en consideración si queremos tener un agapornis. Los agapornis pueden aprender a reiterar sonidos y palabras si las oyen frecuentemente. Cuando los agapornis se sienten contentos, lo vamos a saber por el hecho de que emiten sonidos alegres, se mueven con energía, juegan e incluso tienen voluntad de compartir su comida. Si observamos que nuestro agapornis se estira y ahueca las alas es señal de que está sosegado y relajado. Por el contrario, si observamos que nuestro agapornis tiene un comportamiento apático, sin apenas moverse, significará que se siente triste. Para saber si el agapornis está enfadado deberemos observar si grita, mueve las alas con energía y también intenta picotearnos. LIMPIEZA DE LA JAULA Es fundamental sostener la jaula de nuestro agapornis bien limpia para eludir la aparición de hongos y bacterias que pueden ser nocivas tanto para ellos como para nosotros. De ahí que, de manera semanal deberemos limpiar la jaula, sus barrotes, la bandeja y sus accesorios a fondo con agua y jabón para quitar la suciedad y los restos orgánicos. Después, lo desinfectaremos todo con un desinfectante de rápida acción, sin olores fuertes y que sea de baja toxicidad para suprimir hongos y bacterias. Podemos usar lejía diluida con agua temperada. Nos aseguraremos de que no quedan indicios de desinfectante ya antes de secar. Podemos asistirnos de la luz del sol para secar y acabar de desinfectar. Si no secamos bien la jaula pueden concluir apareciendo hongos.

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